El Real Madrid se impuso ayer al Celta de Vigo en Balaídos, por lo que sumó una semana perfecta tras derrotar al Manchester United en Old Trafford y lograr el pase a los cuartos de final de la Champions. Además, el triunfo en tierras gallegas le sirvió para mantener los 13 puntos de desventaja con el Barcelona.
El conjunto de José Mourinho, que igualó los 103 partidos de Miljan Miljanic como el quinto entrenador con más encuentros en esta competición en la Historia blanca, logró la quinta victoria consecutiva en Liga. Por su parte, el Celta no consiguió salir de los puestos de descenso tras sumar el segundo traspiés seguido.
Comenzó el partido con un conjunto local peleón y un equipo ‘merengue’ algo desubicado. Intenso en la presión y con las líneas muy juntas, los de Abel Resino incomodaron a los visitantes. Sin la iniciativa, los de Mourinho se vieron obligados a replegarse y su juego perdió lucidez.
Superados los 20 minutos de juego, un lanzamiento esquinado de Quique de Lucas a punto estuvo de perforar la meta de Diego López, pero el esférico salió lamiendo la cruceta. Mientras el Celta creaba las mejores ocasiones, los visitantes se vieron obligados a contrarrestar tanto descaro local. Cristiano, primero, y Benzema, después, pusieron cerco a la portería defendida por Javi Varas.
A la media hora, el encuentro se convirtió en un ida y vuelta continuo. El Celta ofreció su mejor versión a base de tesón y valentía y los visitantes necesitaron poco para plantarse en el área rival y crear peligro, aunque con una evidente falta de puntería.
En el 40, Callejón tuvo en sus botas el primer gol del encuentro, pero Javi Varas estuvo inspirado para mandar la pelota a córner. Sin tiempo para el respiro y en pleno vértigo celtiña, Cristiano remató de cabeza al larguero en la jugada posterior.
Tras el parón, Mourinho dio entrada a Xabi Alonso y los visitantes ganaron orden y equilibrio con el donostiarra sobre el césped. Por contra, el conjunto gallego perdió balón y empezaron a sufrir en la faceta defensiva.
Al final, tantas oportunidades posibilitaron que Cristiano anotara su tanto vigésimo quinto en el campeonato. Pero tal y como venía desarrollándose el duelo, la reacción del Celta no se hizo esperar y apenas dos minutos más tarde, Iago Aspas puso el empate.
Con el tanto, los locales dieron un golpe sobre la mesa y recuperaron el fuelle. También las buenas sensaciones. Pero cuando mejor estaban los de Abel Resino, Javi Varas cometió penalti sobre Kaká, que apenas llevaba seis minutos en el partido, y Cristiano se encargó de transformar la pena máxima y firmar el doblete.
Con el reloj en contra y con la obligación de sumar puntos, los locales pusieron el pie en el acelerador y el Real Madrid se bastó de su ataque veloz para poner en problemas a Javi Varas. Pero fue Park el que tuvo el empate tras una horrorosa salida de Diego López.
