Entramos y salimos fríos el viernes de la Albuera. Más que por la temperatura, por lo que vimos en el campo. Las consecuencias del accidente de Irún se hicieron palpables tanto en el lenguaje no verbal de los jugadores, como en el no lenguaje de la grada. Nos costó entrar en el partido y aunque la segunda parte fue algo mejor por parte de todos, no llegó a ser lo suficientemente buena como para remontar, como en otras ocasiones.
La Gimnástica está en crisis y ni siquiera el estadio parecía el mismo. Me pareció raro que Fer Llorente jugara bien, cuando lo suyo suele ser la excelencia; o que Ramsés luciera abrigo tres cuartos, acostumbrado a verle en manga corta, incluso entrado diciembre. Y hasta se echó de menos a Miguel Ángel Fuentetaja, de concierto en día libre, según se autodelató por su estado de whatsapp. No; la Albuera, el viernes, no estuvo como otros días, pero volverá.
El cierre del mercado (es lo que tiene formar parte de una categoría en la que empiezan a moverse cantidades importantes de dinero), las lesiones, las sanciones, los árbitros, el día, la hora… lo que usted quiera; pero si algo me da rabia es que estos factores hayan coincidido, todos juntos, con partidos asequibles y, por tanto, importantes, para el equipo: Arenteiro y Tarazona en casa, e Irún fuera. Una pena. Porque sí, Davo se ha ido; pero con todo mi agradecimiento al delantero gallego y mi respeto al Ibiza, creo que nos hemos quedado con el bueno: Diego Gómez. Entre la intensidad del primero y el talento del segundo, qué quieren que les diga…
Seguramente, en un par de jornadas, cuando el Osasuna B venga a Segovia, la plantilla esté ya al completo, que hasta empiece a hacer mejor tiempo (Dios lo quiera) y, atravesado el valle, aún quedarán quince partidos por delante. Quince partidos en los que seguiremos teniendo a algunos de los mejores jugadores de la categoría y al mejor de la banda izquierda.
Por tanto, aún hay recorrido y, sinceramente, la vuelta a la normalidad y la ausencia de turbulencias en el entorno, me hacen pensar que es más probable que el equipo vuelva ser el de fin de año, que el de comienzo de 2025. Seguro.
