Seis de cada diez veraneantes se encuentran con una casa que no esperaban durante su alquiler veraniego, según un estudio realizado por Alquiler Protegido, que cifró en un 17% las estafas realizadas en alquileres de apartamentos este verano. Coincidiendo con la época de verano, y con el afán de embolsarse buenas cantidades de dinero, diversos portales no profesionales en el sector inmobiliario son utilizados por particulares y algunas agencias que lanzarían anuncios de apartamentos que no reúnen las condiciones que publicitan en este caso.
El acceso a internet favoreció el acceso a viviendas en la costa que no necesitarían ser vistas con antelación gracias a las fotos y vídeos que se publican en las ofertas ‘online’. El mes de agosto, el más caro del año en el que el precio del alquiler se llegó a multiplicar hasta por 12, se produjo el mayor número de engaños. Se estarían pagando unas cantidades elevadas de dinero por conseguir un apartamento cerca de la playa, con vistas al mar, jardín, y otras prestaciones similares. Una vez llegados al destino, los veraneantes comprueban con perplejidad que han sido engañados.
Según explicó el co fundador de Alquiler Protegido, Alfredo García, “es indispensable confiar los alquileres de estas propiedades a portales y agencias profesionales, pues sólo de esta manera nos garantizaremos que lo que estamos pagando se ajusta a lo que se nos ha ofrecido”. Según una encuesta realizada por esta empresa, “el 68% de los engaños corresponden con la ubicación, en concreto, con la distancia al mar. Estas ofertas engañosas prometen el apartamento en primera línea de playa o a escasos 500 metros, y la realidad es que es necesario un medio de transporte en la mayoría de los casos, suponiendo un trastorno para las familias con niños o personas mayores a su cargo”.
Otro de los engaños que más se producen sería con respecto a las prestaciones de la vivienda. Aire acondicionado, microondas, lavadora y lavavajillas son anunciados, cuando en realidad son inexistentes. “La excusa, en este caso más empleada por los arrendadores es la avería de los mismos, casualmente justo antes de su llegada, cuando lo cierto es que o bien no existen, o la avería es de hace tiempo”, explicó. También “es habitual que se cuelguen fotografías en los que la perspectiva engaña, o que incluso no corresponden al apartamento anunciado sino a uno similar. Se omiten, por supuesto, los problemas relativos a humedades, plagas de insectos, calor excesivo en la vivienda, o falta de luminosidad”.
Otro de los atractivos a la hora de reservar sería la existencia de jardines, terrazas y piscinas. Si se trata de particulares, “en muchas ocasiones se encuentran en estado de abandono y descuidados”.
