El número de viajeros internacionales que practica deportes náuticos en sus vacaciones en España aumentó “significativamente hasta un 20% este verano”, compensando la estabilidad de la demanda española, que no notó la recuperación del turismo nacional.
De hecho, la temporada de verano, con un peso del 60% sobre el volumen de ingresos anual de este sector no se tradujo a nivel global en un incremento del volumen de negocio, ya que, a pesar de aumentar la práctica, el gasto se contrajo al primar las actividades más económicas entre la variada oferta existente.
El gerente de Estaciones Náuticas, Rafael Moreno, explicó en una entrevista que las actividades más económicas como el paddlesurf, kitesurf y kayak están siendo más demandadas frente al descenso en el alquiler de barcos.
El impulso del mercado internacional, que representa entre el 60% y el 65% de la demanda en los meses de verano, se produjo gracias al aumento de la llegada de británicos y alemanes a destinos maduros, donde las actividades náuticas acumulan entre un 10% y un 12% del presupuesto de estos viajeros.
El porcentaje de gasto dedicado a deporte y actividades náuticas dentro del segmento de ‘sol y playa’ también repuntó gracias, en parte, a la puesta en marcha de productos experienciales con alto valor ecológico que permitieron mejorar la “percepción del producto”.
Por otro lado, el aumento de la oferta, unido a una mayor accesibilidad del producto, derivó en un crecimiento de mercados como el francés o el holandés, ya de por sí, con una mayor cultura náutica.
Los principales destinos turísticos nacionales, como Cataluña, Baleares y Canarias son, consecuentemente, los que más lo notaron, a pesar de seguir percibiendo el efecto de la inestabilidad vivida en Egipto.
Adaptación
No obstante, aquellos destinos que están trabajando en la forma de gestionarse, facilitando la implantación de empresas y poniendo en valor los productos náuticos a través de las oficinas de turismo, “son los que están funcionando” al saber adaptarse a la demanda del consumidor, explicó Moreno.
Aún así, este segmento continúa sufriendo la reducción del gasto y la estancia del turista de costa y familiar, tanto nacional como internacional, que representa el 40% de la facturación de este tipo de turismo y se caracteriza por no tener planificada la compra de la actividad de antemano.
El modelo de gestión de Estaciones Náuticas incluye una colaboración público-privada en la que participan las empresas locales y ayuntamientos de 23 destinos especializadas en este segmento, que en 2013 facturaron un total de 650 millones de euros.
La gran mayoría de las empresas que realizan este tipo de actividades, concretamente el 80%, son microempresas independientes, generalmente con entre 2 y 6 empleados y una facturación inferior a los 500.000 euros anuales.
