Los problemas para aparcar en las inmediaciones de la estación del AVE Segovia-Guiomar siguen creciendo. La colocación de una cinta plástica de obra en la parcela privada que ha estado usándose estos años como aparcamiento libre, aumenta la falta de espacio donde dejar los vehículos privados.
Tal como había anunciado el dueño de la finca privada, el lunes por la tarde colocó una serie de cintas elásticas y carteles informativos de que se trata de una propiedad particular y que no se permite el estacionamiento dentro.
El vallado a través de cinta de obra se produjo pese a la desautorización que le trasladó el Ayuntamiento paras la obra solicitada en diciembre pasado. Lo pidió a través de una ‘declaración responsable’, modelo administrativo para obras menores. Él pretendía colocar una malla cinegética, aunque el Ayuntamiento argumentó que debía hacerlo con muro de piedra en seco, que supone un coste económico mucho más elevado. Además le instaban a contar con autorización del Adif, como responsable de una vía de comunicación; y a demostrar que queda a salvo la servidumbre de una línea eléctrica que pasa por la finca.
El dueño de la parcela justificaba su petición para evitar responsabilidades en el caso de ocurrir algún incidente dentro de su propiedad. En declaraciones a este periódico señaló que no pretendía causar perjuicios a los usuarios, sino protegerse él, y así fue aconsejado por algunos abogados.
Tras la colocación de los carteles y la cinta de obra el lunes por la tarde, la Policía Local tomó fotografías de la parcela para elaborar el correspondiente informe y trasladarlo a la Concejalía de Urbanismo.
Obediencia
Ante esta nueva situación en el entorno de la estación Guiomar, la mayoría de los usuarios de vehículos que llegaron ayer martes a la zona acató la prohibición. Evitaron usar su coche particular o buscaron otros puntos donde dejar los turismos. Ello les obligó a caminar entre diez y quince minutos, de noche y sin iluminación, para alcanzar la estación.
Además de quienes optaron por aparcar lejos, en otras fincas privadas o junto a caminos, hubo quienes decidieron usar el aparcamiento de pago (cinco euros por día), aunque su capacidad es limitada. Otra parte solicitó a familiares o amigos que les acercaran a la estación ante la incertidumbre de lo que ocurriría. “Pero son muchos a los que no les queda más remedio que usar el coche particular”, recuerda Silvia García, portavoz de la Plataforma de Usuarios Avant.
Antonio es uno de ellos, que asegura que reside en el área metropolitana de Segovia y no tiene otra posibilidad de desplazarse que en turismo particular.
También se dio el caso de un conductor que dejó su coche estacionado en el arcén de la carretera, bien por urgencia, o porque confiaba en que no sería sancionado. Pero al regreso de Madrid se encontró con una multa colocada por la Policía Local, con la advertencia además de que podría ser retirado por la grúa.
La alcaldesa de Segovia, Clara Martín, ha justificado la decisión de la Policía Local de denunciar a los vehículos que estacionen en el arcén de la carretera. “Porque de lo contrario no dejaríamos libre el acceso peatonal y podría haber problemas entre vehículos y peatones”, aseguró. También añadió que desde el Consistorio se mantiene la intención de alcanzar acuerdos con los dueños de las parcelas para que los vehículos puedan estacionar. En todo caso, quitó hierro a la situación de ayer y la calificó de “normalizada”.
Dudas
Los usuarios que acuden con sus vehículos particulares hasta la estación Guiomar se enfrentan también a la posibilidad de que puedan ser multados por invadir otros espacios públicos, como el camino que llega desde la ermita de Juarrillos, que cruza la vía y forma parte de una cañada pecuaria. Pero el delegado territorial de la Junta, José Mazarías, en su cuenta de Twitter, dejó entrever que no se tomarán medidas contra los conductores siempre que dejen paso. “Cuando el perjuicio para los ciudadanos es mayor que el beneficio, no cabe la denuncia ni la sanción. La Junta de Castilla y León va a garantizar el tránsito por el camino de Juarrillos, pero no vamos a perseguir a los ciudadanos”, escribió.
Uno de los usuarios se quejaba ayer de que cuando llegó a la zona del camino que conduce a la ermita de Juarrillos no pudo dejar su coche porque estaba lleno.
Malestar acumulado
Desde la Plataforma de Usuarios Avant Segovia no ocultan su malestar y se muestran molestos por la falta de actuaciones en todos estos años para mejorar la situación en la estación del AVE. “No es de recibo que no se haya hecho nada en estos últimos quince años”, explica la portavoz Silvia García. “Que nadie haya iniciado un proceso de expropiación en un radio de tres kilómetros a la redonda de la estación, con miras al futuro, no se entiende”, añade la portavoz de los usuarios.
Recuerda que el número de usuarios de los trenes de alta velocidad ha ido creciendo con el tiempo y no ha ocurrido de forma espontánea. “Al principio éramos 300 usuarios en Segovia, pero hemos pasado a 3.000 ahora; y no se ha invertido nada en la estación en todo este tiempo”, lamenta a pesar de que la de Segovia recibe más usuarios diarios que la de Valladolid para ir a Madrid.
La Plataforma de Usuarios Avant recuerda también la imposibilidad que hay de abonarse al aparcamiento de pago, que tiene una lista de espera de más de un centenar de peticiones. A ello hay que añadir que muchos usuarios son viajeros ocasionales que acuden de forma esporádica porque teletrabajan. Y recuerdan que el propio aparcamiento de pago ya supone un largo paseo para quienes se ven obligados a dejar su vehículo en algunos de sus extremos.
Además de la falta de aparcamientos, no olvidan que están llevan años demandando unos accesos a la estación más ágiles. Y señalan que el más rápido y barato sería un vial entre la Rotonda del Pastor y la actual de Prado del Hoyo. Esta obra forma parte de un acuerdo firmado en mayo de 2007 entre Adif y el Ayuntamiento de Segovia, y que debía haber ejecutado éste último, y que se valoró entonces en 2,4 millones de euros.
El Adif ha anunciado recientemente al Ayuntamiento de Segovia la ampliación del aparcamiento de pago en 300 plazas. Sin embargo ello requiere llevar a cabo expropiaciones de nueve fincas colindantes, entre ellas de que ha sido vallada por su propietario.
