La polémica abierta el pasado mes de octubre con el anuncio del Ayuntamiento de colocar una estatua en la calle de San Juan que evoque la leyenda popular que atribuye al diablo la construcción del Acueducto permanece viva. El enfrentamiento entre defensores y detractores de la escultura vivirá hoy un nuevo episodio en la reunión de la Junta de Gobierno Local, que lleva en su orden del día el recurso de reposición presentado por la Asociación San Miguel y San Frutos contra la decisión municipal de instalar la figura del diablo en la parte alta de la citada vía una vez que concluyan las obras.
La Asociación San Miguel y San Frutos será el vehículo por el cual los ciudadanos que han expresado su oposición a esta iniciativa a través de las más de 6.500 firmas recogidas tanto en papel como a través de la plataforma change.org intentarán hacer cambiar de opinión al equipo de Gobierno, aunque todo parece indicar que el recurso de reposición interpuesto será desestimado.
Para ello, han hecho llegar a todos los grupos políticos municipales tanto el texto del recurso como un documento en el que hacen constar las razones que aducen para su negativa a dar el visto bueno a la estatua que bajo el nombre ‘Segodevs Aqvaedvcti Artifex’ evocará la figura del diablo, que ha sido encargada al escultor José Antonio Abella.
El recurso de reposición solicita la suspensión del acuerdo, ya que la Asociación considera que la obra de Abella “resulta contraria a los valores cristianos y al derecho de libertad religiosa, en cuanto que no respeta las creencias cristianas e incluso impone como oficial desde el Ayuntamiento a un nuevo ‘dios de Segovia’ (Segodeus), en la medida que el nombre otorgado a la estatua tiene ese sentido sugerido o evocado’.
Siendo esta la razón principal esgrimida por la asociación, añade en su escrito hasta seis motivos más para oponerse a la estatua, al considerar que no respeta el patrimonio cultural inmaterial “ya que traiciona el sentido de la leyenda del Acueducto de Segovia”. Sobre este aspecto, precisan que en la leyenda “el diablo aparece vencido y no triunfante, ni gracioso o bonachón ni con un teléfono móvil en la mano, como dicen que se le va a representar en la estatua”.
También consideran que “no respeta los valores democráticos”, ya que la decisión de su instalación “se impone sin haber consultado a los ciudadanos y sin tener en cuenta la oposición manifestada con numerosas firmas en contra.
Los argumentos en contra también tienen razones de carácter técnico y jurídico. Así, consideran que su contratación infringe los principios informadores de la contratación del sector público, y el Ayuntamiento “no recibe los valores patrimoniales de la estatua, porque en su opinión, la donación “sólo se refiere a una fundición, por lo que se está favoreciendo a ese autor sobre otros al corresponderle los derechos de explotación de la estatua por la Ley de Propiedad Intelectual”.
Además, precisan que si se permite la instalación de la estatua “se estaría imponiendo la carga al Ayuntamiento de tener que mantener esa obra en ese sitio a futuros equipos de Gobierno mientras viva el autor y durante 70 años más”, tal y como señala la jurisprudencia en esta materia.
Concluye la asociación sus argumentos en contra al precisar en el escrito que la estatua no respeta la normativa del Plan Especial de Áreas Históricas (PEAHIS) ya que la zona en la que pretende instalarse “está dentro del entorno protegido por BIC de la Casa del Marqués de Lozoya y de las Murallas”, y consideran que la imagen “desfiguraría su entorno y afectaría de forma negativa a su imagen y autenticidad”.
Luquero, ni un paso atrás
La alcaldesa Clara Luquero mantiene firme la intención del equipo de Gobierno de llevar adelante este proyecto y no ceder “ante quienes buscan impedirlo”. El refrendo de su decisión quedó meridianamente claro en el encuentro que Luquero mantiene con los informadores locales con motivo de las fiestas navideñas, en el que los periodistas ironizaron con la regidora al obsequiarle con un simpático ‘diablillo’ de peluche y un peculiar ‘set’ luciferino con un tridente, cuernos y rabo. En tono distendido pero firme, la alcaldesa señaló que la estatua del diablo “saldrá adelante” y criticó la oposición a este proyecto empleando los mismos argumentos manejados a lo largo de la polémica.
