La policía local Raquel Gago, imputada por el crimen de la presidenta del PP y de la Diputación de León, Isabel Carrasco, ha sido sometida en la prisión leonesa de Mansilla de las Mulas a un cotejo de escritura, una prueba caligráfica mediante la cual los investigadores quieren comprobar si su letra coincide con la de los escritos y mapas aparecidos en casa de Triana M.G., en los que se detallaba el seguimiento realizado a la víctima.
Estos papeles, descubiertos en el registro de la casa de la hija acusada por el asesinato, reflejan el cerco establecido en torno a Isabel Carrasco durante meses.
Con esta parte de la investigación se intenta descubrir el papel de la policía local en el crimen y conocer si ella participó en la planificación de los hechos.
Esta misma prueba caligráfica ha sido también realizada a las otras dos imputadas por estos hechos, a la asesina confesa de Isabel Carrasco, Montserrat González y a su hija, Triana Martínez.
Por otro lado, la defensa de la agente volvió a reiterar su «absoluta inocencia» y manifestó que «con total seguridad» ella no participó en el crimen de la presidenta de la Diputación de León.
A pesar de esta afirmación, uno de los letrados reconoció que la policía local «se ha equivocado en algunas cuestiones» como no comunicar a sus superiores en un primer momento que había estado con Triana después del tiroteo. Pero «en ningún momento participó en ningún plan preconcebido desde hace tanto tiempo», añadió en referencia a la planificación del crimen.
Del mismo modo, reiteró la no implicación de su defendida como intermediadora para que las otras dos imputadas adquirieran el arma de fuego con la que presuntamente acabaron con la vida de Isabel Carrasco.