La parroquia de Navas de San Antonio celebró este sábado uno de esos acontecimientos religiosos y sociales que no ocurren todos los días y que, sin merecer grandes titulares, sí va a marcar la historia íntima de varias personas. Y que llena de esperanza a la iglesia de Segovia. Un total de 17 adultos de Navas –residentes en el pueblo o hijos del mismo– recibieron el sacramento de la confirmación de manos del obispo de Segovia, César Franco, en una mañana magnífica de principios de verano. A ellos se unió una joven de la vecina parroquia de San Rafael.
Parece una noticia más de las que salpican la vida diocesana, pero el que hoy un grupo tan numeroso de adultos, casi todos con su vida hecha, decida dar un paso adelante firme, consciente y comprometido en su vida de fe resulta un hecho extraordinario en estos días, por lo desusado del mismo. Además, el que una pequeña parroquia rural acoja una celebración de esta magnitud es un motivo de satisfacción y un estímulo para seguir sirviendo al pueblo de Dios.
El grupo se comenzó a gestar en julio de 2019, tras la confirmación de un puñado de adolescentes. Un par de padres de aquéllos se plantearon la posibilidad de acceder ellos mismos al sacramento, cosa que no hicieron en su momento. A estos se fueron juntando otras personas y en septiembre comenzaron los encuentros en un ambiente muy abierto y enriquecedor. “El grupo es heterogéneo pero de lo más motivador; hay vocaciones laicales muy firmes y mucho recorrido vital en cada uno de ellos”, afirma su catequista.
Y no se ha venido abajo con la pandemia de Covid: el contacto y las reflexiones compartidas se fueron manteniendo en el periodo de confinamiento gracias a las redes sociales. Con un rango de edades entre los 24 y los 50 años, hay padres y madres con hijos y gente soltera; trabajadores y profesionales de la más variada formación y desempeño laboral; personas sencillas con inquietudes diversas pero unidas en una búsqueda de sentido que de esta manera se han acercado a la iglesia. No es poco para los tiempos que corren.
El grupo, desde el principio, ha mostrado un gran deseo de compromiso social. Como parte de su proceso de catequesis, han desarrollado acciones solidarias concretas y muchos de los encuentros han girado en torno al compromiso cristiano en el mundo. De hecho, en las palabras que pronunciaron en la acción de gracias que cerró la eucaristía, se comprometieron a “poner lo que falta de Dios en el lugar y tiempo en que nos encontramos”. El obispo, por su parte los animó a dar testimonio cristiano en su familia, en su trabajo y entre sus amigos.
Son muchos los adultos que, por diversas circunstancias, no se confirmaron en su momento. El hacerlo en la madurez es una buena opción y la iglesia está encantada de acoger esta realidad. Pararse un tiempo para reafirmar la fe recibida desde niños y reflexionar sobre las propias convicciones y la labor que uno puede desarrollar en la sociedad y en la iglesia puede ser algo muy necesario en ciertos momentos de la vida. La parroquia de Navas de San Antonio comparte la alegría con las familias de los recién confirmados en su fe, da gracias por ello y confía en que todo sea para gloria de Dios.
