El español Alberto Contador (Saxo Bank) confirmó ayer su victoria en la Vuelta a España, la segunda de su carrera, mientras que el alemán John Degenkolb (Argos) logró su quinta victoria en la presente edición al imponerse en la última etapa, disputada sobre 115 kilómetros entre Cercedilla y Madrid.
El corredor de Pinto, de 29 años, se subió a los más alto del podio ubicado en la céntrica plaza madrileña de la diosa Cibeles apenas un mes después de regresar de su suspensión de dos años (aunque de facto duró solo medio). El castigo por su positivo por clembuterol en 2010 le supuso además perder de forma retroactiva sus victorias en el Tour de Francia de ese mismo año y en el Giro de Italia de 2011.
Sin contar esos dos títulos, el español sumó ayer la quinta carrera grande (de tres semanas) en su palmarés, donde también tiene los Tours de 2007 y 2009 y el Giro de 2008. Sin embargo, el jefe de filas del equipo Saxo-Bank cruzó la meta con los brazos en alto y siete dedos de sus manos extendidos, en una clara alusión a esas carreras perdidas, supuestamente, por un filete ‘dopado’.
Contador supo manejar la presión de su regreso y se llevó la victoria en una igualada carrera llena de ataques. Su exitosa aventura en la decimoséptima y decisiva jornada, con llegada a Fuente Dé, cuando arrebató el maillot rojo al hasta entonces sólido ‘Purito’ Rodríguez, fue memorable.
El escalador sorprendió a sus rivales en una etapa de subidas modestas pero atacando a más de 50 kilómetros de meta. «El inconformismo y la fuerza de voluntad fueron quizá los que me dieron la victoria», explicó el corredor, que cree que aún no está a su antiguo nivel. Se trata de la segunda Vuelta a España del madrileño tras su victoria en 2008, cuando le acompañaron en el podio el estadounidense Levi Leipheimer y el español Carlos Sastre.
Alberto Contador conquistó su segunda ronda nacional con una ventaja de 1:16 sobre Alejandro Valverde (Movistar) y de 1:37 sobre Joaquím ‘Purito’ Rodríguez (Katusha), sus acompañantes en el podio de la capital.
La etapa se resolvió sin mayores incidencias y, como es habitual, supuso un homenaje al ganador y a los hombres que han disputado la ronda.
La última etapa comenzó con el aire festivo con el que se suele afrontar la conclusión de una larga carrera de tres semanas. Así, un ritmo pausado de 32 kilómetros por hora fue el que marcó los primeros 60 minutos de carrera en las inmediaciones de Madrid.
Seis fugados
El terreno descendente incrementó la velocidad del grupo y propició una escapada de seis corredores, que se marcharon con la esperanza de lograr un triunfo que se antojaba bastante complicado. Entre los fugados se encontraban Mikel Astarloza (Euskaltel) Javier Chacón (Andalucía), Sergio Carrasco (Andalucía) o Francisco Aramendia (Caja Rural), entre otros. Consiguieron cerca de 15 segundos de ventaja, por lo que se hizo muy difícil que pudieran librarse de un pelotón repleto de sprinters ansiosos de levantar los brazos en señal de victoria.
Como se preveía, la fuga fue neutralizada y la jornada se resolvió con una nueva llegada masiva. Y la estrella en las ‘volattas’ de esta Vuelta no ha sido otro que un John Degenkolb que consumó en Madrid su quinto triunfo.
