A modo de tardío regalo de Reyes, el presidente Zapatero, que recogió el testigo de la Presidencia de la UE con la proclama de que «España está a punto de salir de la crisis, si no lo ha hecho ya», pudo, esta vez sí, apuntalar su optimismo con algunos datos objetivos. Y no unos cualesquiera, puesto que ayer se supo que la siempre esquiva confianza de los consumidores se mantuvo, aunque ligeramente a la baja, en niveles similares a los anteriores a la crisis financiera, una buena perspectiva que, además, quedó constatada por el INE a través de la moderación en la caída de la producción industrial.
Por lo que respecta a la visión que los ciudadanos tienen de la realidad económica, siempre según el filtro del Instituto de Crédito Oficial (ICO), en diciembre se situó en 74,7 puntos, apenas seis décimas por debajo del mes precedente, lo que supuso cerrar 2009 con un nivel de confianza de los consumidores similar al que se registraba «en los inicios de la crisis financiera», en otoño de 2007, según explicó el organismo público.
Ya en el terreno del análisis, el ICO sostuvo que los datos demuestran que se ha producido una «cierta estabilización» de tan importante indicador, que parece consolidado en niveles superiores a los de los últimos meses, y «muy por encima» de los observados justo un año antes.
«Tras un tercer trimestre en el que los consumidores quizá pudieron sobredimensionar la rapidez e intensidad de la recuperación, los últimos movimientos laterales del indicador -es decir, sin subir ni bajar demasiado- parecen consolidarlo en unos niveles compatibles con una paulatina y moderada mejoría del consumo privado en el último trimestre de 2009 y los primeros meses de 2010», razonó el ICO.
Abundando en argumentos técnicos, los expertos del instituto explicaron que la leve caída de diciembre fue debida a una mejora en el indicador parcial de situación actual, que se vio compensada por el descenso del indicador de expectativas. En concreto, el primero subió en diciembre 1,4 puntos, hasta los 46,5 puntos, mientras que el de expectativas -el que determina la percepción del futuro inmediato- bajó 2,8, hasta los 102,8 puntos, que es, no obstante, el mejor dato alcanzado en un mes de diciembre desde 2004.
En comparación con las mismas fechas de 2008, el indicador de confianza ha aumentado 25,8 puntos, gracias principalmente a la recuperación del indicador de expectativas, que se ha elevado 34,7 puntos, pero también al de la situación actual, que ha mejorado en 16,8 enteros.
Gran parte de ese optimismo está fundamentado en la percepción cotidiana en comercios y empresas, especialmente en estas últimas, que parecen estar dejando atrás lo más profundo del bache.
Así lo certifican los expertos, que, a la vista de la moderación en la caída de la producción industrial -que en noviembre se contrajo un 5,7% en tasa interanual-, auguran un ligero crecimiento de este indicador en el conjunto del año recién comenzado. Según refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE), la desaceleración se produjo ya por cuarto mes consecutivo, a pesar de que acumula descensos desde mayo de 2008.
A juicio de la analista de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas )María Jesús Fernández, la fuerte moderación en el desplome refleja un crecimiento real en términos intermensuales, hecho que se verá corroborado de aquí en adelante, de modo que, para todo 2010, la mejora global será del 0,1%.
Para el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, el dato de la producción industrial es «muy positivo», puesto que se trata del sector que «tira» de la recuperación económica y está muy vinculado a las exportaciones, sobre todo de automóviles. Mientras, el director del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Juan Iranzo, cree que se ha puesto de manifiesto una cierta recuperación de la actividad en el ámbito internacional que ha favorecido algunas exportaciones industriales y también las medidas de estímulo para la adquisición de vehículos.