Conservo dos publicaciones hechas por iniciativa de la Cámara de Comercio e Industria de Segovia, que “rescato” de la estantería al conocer la reciente creación de un llamado Consejo de Sabios, donde se incluyen representantes de las industrias de la provincia que han llegado a centenarias o llegarán dentro de cinco años.
Una de las publicaciones se debe a la firma del historiador y académico supernumerario de San Quirce, Juan Manuel Santamaría, que la Cámara editó en el año 2003 bajo el título de “Entre la añoranza del pasado y la apuesta por el futuro”. La otra publicación, titulada “Imagen y Marca en el Comercio y la Industria de Segovia”, es el catálogo de una exposición organizada por la mencionada corporación para conmemorar el primer centenario de su fundación (1903-2003) y que se alojó en la Casa del Sello, sede de la institución cameral. De los textos se encargó el profesor Rodrigo González.
Sabidas son las muchas alternativas que a lo largo de los años han pasado la industria y el comercio segovianos, cuento capital y provincia, por lo que la “llegada” de este Consejo, de título original y expresivo, representado por sus responsables protagonistas (ojo, que ninguno llega personalmente al centenar de años, aunque la edad de alguno ya sea respetable), da confianza de cara al futuro.
Todavía algún comercio de la capital –ignoro, claro, de la provincia- tiene al frente un familiar directo de los creadores, y sin, al parecer, con intención de cerrar. Ánimo y enhorabuena por la férrea voluntad.
Parece que el propósito de la Consejería de Economía de la Junta de Castilla y León es seguir alentando y empujando esta lucha por conservar industrias y comercios. Pero también es cierto que hay que hacer todo lo posible por ponerse al día los titulares y responsables, y tratar de encontrar los apoyos precisos –pienso en los monetarios- para continuar la tarea en que están empeñados.
En Zamora se ha celebrado recientemente una reunión, diremos “también de sabios”, donde se ha puesto sobre la mesa temas que afectan a todos los responsables. Por ejemplo, los expertos apuestan porque Castilla y León sea polo de desarrollo de la Inteligencia Artificial. Es posible que no suene bien a todos, pero no se puede dejar un modo de tratar y pretender, como decimos, estar al día. Asimismo, se han apoyado interesantes iniciativas bajo la idea de que lo local no está reñido con el progreso, y que hay que hacer una apuesta muy seria con objeto de que empresas y comercios, de cualquier modalidad, se especialicen.
Echando una ojeada a las publicaciones que he citado, nos damos cuenta de que en tiempos pasados nuestra provincia tenía una fuerte base en importantes industrias. Hoy, en los polígonos industriales inmediatos y en los de otras localidades, resulta muy satisfactorio comprobar el movimiento que en ellos se registra, y asimismo conocer los importantes datos que nuestras industrias ofrecen de cara a la exportación interior y exterior de sus productos.
En las repetidamente citadas publicaciones se insertan numerosas fotografías de edificios industriales, de emprendedores, de etiquetas de las marcas y envases de las pioneras en la provincia, que como archivo de interés vienen a apoyar la creación del Consejo de Sabios, de cuya experiencia de todos se espera vayan saliendo ideas e iniciativas provechosas. Porque ya recordaba Cervantes en “El Quijote”, siguiendo una línea de los primeros filósofos griegos: “Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la máxima experiencia, madre de las ciencias todas”.
