Gracias a la Biblioteca Pública que la Fundación Caja Cega tiene en Fuentepelayo, los escolares de edades más tempranas de la comarca tuvieron la ocasión de disfrutar de una jornada literaria de cuentacuentos dentro de la XI Campaña de Animación Lectura que se desarrolla por la provincia.
En esta ocasión, la actividad fue coordinada por el grupo Tralará y en particular por Elia, una de sus activos más importantes, catalogada entre las mejores animadoras de grupos infantiles del momento.
La actuación tuvo una primera parte más específica de cuentacuentos, en la cual y a través de la narración oral de ‘La historia de los cinco desastres’ se les trasmitió a los más pequeños valores educativos tendentes a la comprensión y respeto a la diversidad de las personas, independientemente de sus capacidades. Seguidamente, la dinamizadora del grupo derivó su intervención hacia el desarrollo de aspectos de representación simbólica y visomotriz con la escenificación del cuento ‘El señor del color gris’. Gracias a la presentación de pautas muy diferentes, los escolares iban descubriendo las distintas gamas de colores.
En la segunda parte, Elia derivó su tarea hacia los conjuros y dichos populares. Así, los asistentes degustaron con absoluto regocijo textos novedosos como ‘Historia y geografía las va a estudiar tu tía’ y ‘Murciélagos y Marmotas tienen una buena nota’. Con la invención de fórmulas mágicas para lograr acciones sobrenaturales, los niños y niñas dieron rienda suelta a su imaginación y a la vez desarrollaron su capacidad creativa y artística. Con esta modalidad de trabajo, los escolares disfrutaron de lo lindo hasta límites insospechados.
Esta concepción pedagógica tan innovadora facilita el aprendizaje comprensivo de contenidos de todo tipo dentro de un clima de trabajo en el que se posibilitan las bromas, el trabajo cooperativo y la relajación.
La música también tuvo su espacio importante en la programación artística ofrecida por Tralará. Además del acompañamiento de lecturas con campanillas, la ponente interpretó una canción acompañada por un ‘tiple’ o ‘timple’. Este instrumento, de origen canario, muy poco conocido por los escolares, fue uno de los muchos centros de interés ofrecidos a los niños y niñas como elemento motivador de la sesión. Como colofón , todos los participantes entonaron al unísono la canción aprendida en medio de un espíritu de satisfacción generalizada.
