La Federación Nacional de la Unión de la Marioneta (UNIMA) celebró ayer en Segovia su asamblea anual, después de una semana en la que ha celebrado un congreso en la ciudad con un programa de actividades ampliado respecto a otros años, algunas en exclusiva para los congresistas y otras abiertas al público en general.
La directora de Titirimundi, Marián Palma, ha comentado a El Adelantado que la presencia de delegados ha sido incluso mayor de la esperada, pues de la treintena inicialmente prevista la jornada del sábado llegó a congregar, por ejemplo, a más de cincuenta.
Segovia ha acogido por primera vez este congreso itinerante, una propuesta del fundador de Titirimundi, Julio Michel, en coherencia con la tradición del teatro de títeres. Además la sede segoviana ha llegado en un momento en el que la delegación de UNIMA en Castilla y León parece resurgir.
Palma indica que las charlas programadas “han sido muy fructíferas” con “muchas y buenas aportaciones” para las compañías de marionetas. Entre otras, destaca las ponencias sobre el programa PLATEA, del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), así como otras a cargo de un programador y de un gestor cultural. Se trataba de conocer por un lado cuestiones administrativas que toda compañía de teatro tiene que asumir, además de lo fundamental, la creatividad artística, así como afrontar los espectáculos de títeres de adultos como teatro sin más, porque lo que hacen es utilizar un tipo de recursos como marionetas, etc.
El hecho de que durante tres días, los congresistas hayan convivido con el público que ha asistido a ver los espectáculos del ciclo ‘Puro teatro’ ha sido enriquecedor para los primeros, porque han podido comprobar las diferentes reacciones. Además, Palma asegura que se han quedado gratamente sorprendidos por el comportamiento del público segoviano con el teatro de títeres, obviamente porque “está acostumbrado” gracias a Titirimundi.
Visita entrañable
“Entrañable” y enriquecedora fue también la visita que protagonizaron los delegados a la colección de títeres del maestro Francisco Peralta en la Puerta de Santiago de la Muralla de Segovia. Cuenta la directora de Titirimundi que algunos de ellos habían sido alumnos de Peralta e incluso habían participado con él en algunos montajes. La guía, Soraya, aportó muchos conocimientos sobre el trabajo de este gran artista pero ella misma confesó que también iba a incorporar algunas de las cuestiones que los marionetistas visitantes plantearon.
Hubo también momentos para la nostalgia, el recuerdo de la relación con Julio Michel, cuando empezaba sus espectáculos en el Instituto Andrés Laguna y la complicidad que encontró en gente como Peralta, entonces profesor de la Casa de los Picos. Probablemente ahí se pusieron los cimientos de lo que hoy es el Festival Internacional de Títeres de Segovia.
A la interacción de los congresistas de UNIMA con la ciudad y con los segovianos, se suma también la coincidencia en algunas actividades por ejemplo con quince participantes del proyecto europeo ‘Leyendas sobre ruinas circulares’, procedentes de España (ITI Unesco, a través del Instituto de Danza Alicia Alonso), Rumanía, Francia, Italia y Albania.
