Los entrenadores de cualquier deporte gustan de construir sus equipos de atrás hacia delante, entiéndase, desde la fortaleza defensiva hasta la imaginación en el ataque. Esta obviedad viene a cuento del estado en el que actualmente se encuentra la Gimnástica Segoviana, buscando un armazón defensivo que le permita ser solvente cuando de atacar se trate.
Si del encuentro frente al Atlético de Madrid no se pudieron sacar demasiadas conclusiones del choque de ayer frente al Getafe B sí se pudieron extraer varias más. Frente a un equipo que demostró estar físicamente por encima que el azulgrana, Sedano apostó por volver a mezclar a los jóvenes con los veteranos, y vaya por delante que la jugada le salió bastante mejor en la segunda parte que en una primera en la que el filial getafense supo explotar muy pronto el lado débil del conjunto azulgrana, una banda derecha en la que Hugo Rodero y PJ no alcanzaban la línea de contundencia que se exige en una línea tan complicada como la defensiva, aunque por el otro lado tanto Anel como Víctor Pérez no lo pasaron mejor ante sus hábiles oponentes.
Así, en una acción que comenzó en la banda izquierda y terminó en la derecha (y en ambos lados con una terrible falta de concentración en la zaga gimnástica) llegó el penalti que Iván que se convirtió en el 0-1, marcado por Dibi con ese estilo Panenka que Pirlo y Sergio Ramos pusieron de moda, y que dejará de estarlo en cuanto un portero se quede quieto y deje en ridículo al lanzador.
De los primeros cuarenta y cinco minutos pocas conclusiones positivas se pudieron sacar en el lado gimnástico. Un par de intervenciones de mucho mérito por parte de un Iván que es mucho mejor con las menos que con los pies, el ímpetu de Dani Calleja por participar en el juego… y poco más, porque el equipo no se mostró demasiado acertado.
Mejor tras el descanso
Santi Sedano cambió a todo el once para la segunda parte, y el conjunto azulgrana que salió tras el descanso estuvo bastante más acertado que el del primer tiempo. La presencia de tres luchadores como son Lastri, Brañas y Ricardo, incansables en la presión, contribuyó a igualar el partido, aunque fuera a base de faltas, muchas de ellas duras, con las que se intentaron frenar las acometidas de un Getafe B en el que Jorge Félix actuó de soberana batuta en la medular.
Tanto se igualó el choque que el filial sólo dispuso de una ocasión clara, en un mano a mano en el que Hugo Sánchez perdió ante la experiencia de Durán. El problema fue que la Segoviana no creó una sola oportunidad, aunque un cabezazo de Ramón Marín cerca del minuto 90 lo pareciera. Lo cierto fue que la Segoviana comenzó a mostrar lo que quiere ser, un conjunto poseedor del balón y con habilidad por las bandas, pero lógicamente aún queda mucho por hacer, sobre todo en la parcela ofensiva. Ante la falta de un delantero goleador, se espera que algunos jugadores den un paso adelante en esa faceta. De momento, hay que seguir trabajando en el sistema defensivo, aumentando la contundencia del equipo, que ayer no fue demasiada. Tiempo habrá para pensar en el ataque.
