Los máximos dirigentes de Caja Segovia en su última etapa, Atilano Soto, como presidente; y Fernando Tapias, como director general y secretario, intentaron quitarse responsabilidad en el asunto de la hipoteca del Torreón. Sin embargo, a preguntas del juez que investiga este caso, reconocieron que la situación patrimonial había cambiado cuando se firmó el préstamo hipotecario.
Así se desprende de las actuaciones que se están llevando a cabo en el Juzgado número 5 y que dirige el magistrado Jesús Martínez Puras. El año pasado ambos comparecieron por la presunta manipulación de las actas, según denunciaron un grupo de consejeros. Este año fueron llamados para tratar de aclarar por qué Caja Segovia asumió la deuda millonaria que tenía una empresa participada, Navicoas.
Los dos imputados evitaron hacer declaraciones a los periodistas este último día, el pasado 13 de junio en que volvieron a comparecer por segunda vez ante el juez. En sus declaraciones, ambos señalan a Bankia como la entidad que negoció todo el proceso, quien asesoró a Caja Segovia para que asumiera la multa que la Agencia Tributaria impuso a la empresa asturiana Navicoas, y para que Caja Segovia formalizara el préstamo de 7 millones de euros con la propia Bankia. Y lo hizo con una garantía hipotecaria.
Ambos reconocen en sus declaraciones que la situación financiera de Caja Segovia cambió y se quedó sin participación en el Banco Financiero y de Ahorros (BFA) en mayo de 2012. Sin embargo fue en julio de ese año cuando se formalizó ante notario la hipoteca del Torreón.
RESPONSABILIDADES
Ambos quisieron trasladar las decisiones al Consejo de Administración. Sin embargo, los estatutos de Caja Segovia establecen que el director general actúa “con autonomía y plena responsabilidad, sólo limitado por instrucciones directas emanadas de los Órganos superiores de Gobierno y de Administración de la entidad”. “El director feneral ostenta la máxima responsabilidad”. Por su parte el presidente puede “disponer lo conveniente en casos de suma urgencia, respecto de cualquier asunto en que fuere aconsejable no diferirlo hasta que resuelva el Órgano competente, dando cuenta de lo actuado en la primera reunión que celebre dicho órgano”.
Además el Consejo de Administración puede atribuir al presidente funciones ejecutivas, fijando el ámbito y duración de estas.
A pesar de ello ambos insisten ante el juez en que actuaron con transparencia y que toda la documentación estaba a disposición de los consejeros de la Caja.
Ambos explicaron que tenían conocimiento de la existencia de un informe contrario a que Caja Segovia asumiera la deuda de Navicoas. La existencia de dicho informe, elaborado por el despacho Fuentetaja, contradice las versiones de la mayoría de los consejeros, los cuales explicaron en su intervención ante el juez, que desconocían ese informe.
PRÉSTAMO INNEGOCIABLE
Los máximos responsables de Caja Segovia en el año 2012 en que se suscribió el préstamo hipotecario con Bankia señalaron, a preguntas del juez, que no negociaron las condiciones del préstamo y que tampoco buscaron la posibilidad de suscribirle con otra entidad que no fuera Bankia. “Bankia era nuestra marca, donde depositamos todos nuestros activos”, relata en un momento Atilano Soto.
“No hubo negociación como tal”, señala Fernando Tapias al juez al que explicó que todos los servicios jurídicos de la Caja se habían traspasado a Bankia. De hecho, incluso Óscar Varas, que había formado parte del Consejo de Administración de Navicoas, había entrado a formar parte de la plantilla de Bankia en mayo de 2011, meses antes de negociarse el préstamo y suscribirse la hipoteca.
