Un año más, el carnaval segoviano vuelve a evidenciar no sólo el talento y la creatividad de las comparsas para los disfraces, sino su férrea voluntad de mantener viva una fiesta que, a trancas y barrancas, continúa abriéndose paso en el panorama festivo local. La ilusión y el empeño que este reducido grupo de segovianos ponen para disfrutar del carnaval quedó patente ayer en el desfile inaugural que recorrió las calles más céntricas de la capital, donde las comparsas se vieron arropadas por centenares de segovianos que no quisieron perderse el espectáculo.
La amenaza de lluvia planeó durante todo el desfile, pero no fue hasta el final cuando se manifestó, desluciendo el baile de carnaval programado en la Plaza Mayor al llegar las comparsas. En los soportales, el grupo Los Teo fue el encargado de añadir un poco más de animación a la que ya traían las comparsas con su peculiar forma de entender el rock y el espectáculo. Lo que fue más evidente fue el frío reinante en una noche desapacible, pero los abrigos, gorros y guantes consiguieron paliar la incómoda temperatura ambiental para hacer disfrutar a los asistentes de la alegría del carnaval.
En esta edición del Carnaval, los que tampoco parecen estar dispuestas a pasar frío son las comparsas, a tenor de los disfraces elegidos a tal fin. Los «merlines» de la comparsa Los Pasitos iban bien pertrechados contra el frío bajo sus túnicas, y con sus largas barbas como suplemento calorífico, y los «piratas» de la comparsa Vacceos también estaban convenientemente preparados para las bajas temperaturas.
Quienes mejor se abrigaron fueron Los Semaforitos, cuyo disfraz de cosacos les garantiza permanecer bien calentitos durante todas las fiestas, aunque no les van a la zaga los «incas» de Para que Tu lo Bailes, con ricos y elaborados disfraces. Los cuentos infantiles son el motivo elegido por Los Chirigoteros, que en el desfile llevaron en su urna a Blancanieves acompañada por los siete enanitos, esperando el dulce beso de amor que la despierte del fatal letargo al que le sometió su pérfida madrastra.
Los «mosqueteros» de El Tudel recrearon las andanzas de Athos, Portos, Aramis y D’Artagnan, y los «toreros y manolas» de La Semifusa aportaron el toque «cañí» del desfile… con la Duquesa de Alba en el recuerdo. Los animosos chicos y chicas de Apadefim también estuvieron presentes, en esta ocasión imitando una simpática colonia de pingüinos.
Y todo ello, acompañado por la espectacular percusión de Os Batucones, con el complemento pirotécnico y acrobático de zancos y volteretas, así como por la música desenfadada de la Charanga La Chicuelina, que llevaron en volandas a las comparsas hasta su destino en la Plaza Mayor, donde fueron elegidos el Rey y la Reina del Carnaval en el transcurso del baile.
Si ayer fue el desfile, hoy (12,45 h.) será el turno del pregón inaugural, a cargo de la actriz y cantante Virgina Rodero, que anunció «sorpresas» en su intervención, y posteriormente llegará la fase previa del concurso de coplas, donde la crítica y el humor estarán a partes iguales.
