“Como me dice mi madre, hay que salir a disfrutar, que así es como salen bien las cosas”. Así se expresaba una emocionada Águeda Muñoz Marqués al conseguir clasificarse para la final del 1.500 en el campeonato de Europa de pista cubierta que se está celebrando en la ciudad polaca de Torun y en la que la atleta segoviana, la más joven de todas las participantes en su semifinal y que corría con la quinta mejor marca de la serie, se clasificó de manera más que brillante entre las mejores del continente, rebajando en más de cuatro segundos su mejor marca en la distancia, y en más de quince su mejor tiempo en un ‘milqui’ en 2020.
Las participantes en la tercera serie del 1.500 sabían que tenían que hacer una carrera rápida si querían tener más opciones de entrar en la final ya que pasaban las dos primeras por puestos y los tres mejores tiempos. Así que desde el inicio de la prueba la británica Katie Snowden tomó el mando, con la alemana Hanna Klein en la segunda plaza, y Águeda entrando en la tercera después de aguantar los ‘saludos’ de sus competidoras que trataban de hacerse el hueco a costa de la ‘novata’.
Pero la novata solo miraba hacia delante, sin ponerse nerviosa ni hacer cambios de ritmo innecesarios, ni siquiera cuando la portuguesa Marta Freitas amenazó con romper la carrera con un fuerte tirón que pagó más tarde.
A tope, y hasta el final
El primer 400 en 1:07, el segundo aún más rápido… el ritmo de Snowden comenzaba a ser infernal para casi todas, menos para Klein y Águeda, que a 400 metros para el final ya no tenían a quien les siguiera la pista. “Voy a correr sin miedo y a tope hasta el final” le dijo Águeda a su entrenador Arturo Martín Tagarro. Y lo cumplió, porque a doscientos metros para el final lanzó un ataque en la contrarrecta que dejó a Snowden sin respuesta, aunque Hanna Klein todavía tenía un cambio más que la llevó hasta la meta en la primera plaza.
“Hasta el final”. Águeda corrió y corrió sabiendo que la plaza en la final del 1.500 era suya, y que el cronómetro, ese juez impenitente, en esta ocasión le guiñaba un ojo marcando un 4:09.94, récord de España sub23 y octava mejor marca española de todos los tiempos.
Detrás de la segoviana llegaron el resto de atletas con mejores marcas que no tuvieron las fuerzas que sí tuvo Águeda, que en cuanto cruzó la meta se cayó al suelo exhausta, hasta que Hanna Klein se acercó a levantarla del suelo y a felicitarla. Las lágrimas por el éxito ya empezaban a hacerse patentes, como las felicitaciones por su carrera.
Hoy se disputa la final del 1.500, (19:50 horas, Teledeporte) y en ella estarán las tres españolas en liza, Marta García, Esther Guerrero y una segoviana que llegó a Torun sin hacer ruido, y se marchará con el estruendo de estar entre las nueve mejores de Europa en la distancia. Y eso como mínimo, porque “mañana iré a muerte igual”.
