Yo supongo (y no creo que sea suponer en balde) que al comienzo de un nuevo año todos los partidos políticos con presencia en el Ayuntamiento, procederán a hacer un examen de su respectiva labor en el año finalizado. Por supuesto, los partidos de la oposición podrán tener un índice menor de actividades, por cuanto el equipo de gobierno ha sido el que “ha partido el bacalao”, anulando la mayoría de las sugerencias y propuestas del resto. Por eso, al equipo gobernante es al que queda más responsabilidad, y pienso que se sentarán todos sus miembros a una mesa redonda, o cuadrada, es lo mismo, para tratar de hacer un análisis verdadero, sin ambages ni rodeos, de lo realizado en el 2022, e incluso, yendo más atrás, lo que ha hecho el partido desde que hace 19 años gobierna en la ciudad.
Personalmente (y perdonen la opinión), pienso que ante las elecciones del próximo mayo, sus manos van a presentarse medio vacías por los pocos “méritos” logrados. No opinarán así, claro, los protagonistas, ni tampoco los demás responsables del partido. Pero, amigo lector, piense usted también un poco a ver cuántas realizaciones en favor del progreso de la ciudad se han hecho durante el año, ya que parecen superar las acciones negativas, y con mucho, a las positivas. Unas instalaciones para ejercicios físicos, unas plantaciones en jardines, acondicionamiento de parterres, unos espacios pro-necesidades caninas, un carril-bici que no parece satisfacer ni a los aficionados al ciclismo, muchas visitas y fotografías —sin faltar la TV— en esas pequeñas acciones…
Pero la versión oficial de los máximos representantes del gobierno municipal sobre acciones del año, acaba de presentarse de forma triunfalista, con una plenitud sobrecogedora de buenos resultados (que habrá que esforzarse para encontrarlos, claro).
Lamentablemente han quedado atrás, y silenciadas, por supuesto, cuestiones pendientes —algunas de hasta hace 19 años— tan importantes para Segovia como la conclusión del desgraciado CAT, la tan cacareada recuperación del Valle de Tejadilla, el Centro de Transportes e instalaciones adjuntas, la comunicación del barrio de San Millán con el recinto antiguo, nuevo cuartel de la Policía Local, reconsideración de volver a subvencionar corridas de toros, reconsiderar también el olvido en que se tiene a los seis pueblos y otros barrios incorporados, que también “son Segovia”; el tan necesario — y olvidado— espacio para las ferias, y los no menos necesarios aparcamientos disuasorios y otros en el casco antiguo; atención al olvido permanente de la instalación de aseos públicos tan necesarios dado el contingente de visitantes; limpieza de los faroles de alumbrado público, porque exceptuando Plaza Mayor y alguna otra vía, se lleva unos 18 años sin limpiar el resto; empujar el proyecto del Prado del Hoyo, reconsiderar la soberbia al rechazar la oferta del Colegio de Arquitectos para una ayuda tan necesaria en Urbanismo…Ah, y no quiero volver a mencionar proyectos ya tan manoseados como los de Pl. Mayor-Alcázar, avenida de la Constitución, Padre Claret…
Parece que el gobierno municipal tiene otras preocupaciones mayores, como seguir pidiendo subvenciones, hablando de próximas y buenas noticias…Cuestiones que serían muy de agradecer si dan resultados positivos, pero, visto lo visto…
A fuer de sincero, lamento tener que utilizar este lenguaje un tanto negativo, pero son las circunstancias que me obligan a ello y, por supuesto, mi amor y mi preocupación por Segovia (de las que seguro dudarán los que no piensen como yo).
Así veo las cosas en el momento en el que se anuncia que vamos a encarar una nueva etapa que marcará la celebración de elecciones municipales en el próximo mayo. Por el momento se van aclarando algunas cosas importantes, como son las designaciones de los aspirantes a la Alcaldía por el partido ahora gobernante y del principal de la oposición. Esperamos los que faltan, que no se tardará en conocer. Y luego, “el personal”, es decir, el ciudadano de calle, y empadronado, tendrá motivo para ir pensando y sopesando realidades y promesas. Porque ahora, con la nueva campaña, nos enteraremos de los proyectos y pretensiones de los nuevos “mandamases”. Un poco de paciencia, pues. ¡Ah! Y repito, Feliz año.
