El Príncipe de Asturias subrayó ayer, en su visita al Museo hebreo de las víctimas del Holocausto, la importancia que concede España a la necesidad de transmitir a las generaciones futuras el valor de la vida, la libertad y la dignidad del ser humano «sin importar su raza, género, religión o nacionalidad». El Heredero selló con estas palabras el exhaustivo recorrido por las salas de este recinto que realizó junto a Doña Letizia en la primera jornada de su visita oficial a Israel, con ocasión del 25 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. Tras señalar que la experiencia les había dejado «profundamente emocionados», reflejó también el «escalofrío de horror» que se siente al rememorar «aquellos días aciagos en que al pueblo judío le fue negado el derecho de existir», así como el «compromiso universal» de España con el «recuerdo imperecedero de los millones de almas judías cruelmente arrancadas a la vida».
