¿Qué es mejor para el planeta, comprar un tetra-brick de leche o una botella de vidrio? ¿Qué contamina menos, comprar patatas procedentes de Galicia u otras aparentemente iguales, pero procedentes de Colombia? Es mejor comprar envases pequeños o el mismo producto en formato familiar? Éstas y otras preguntas similares son las que ayer aprendieron a contestar los escolares segovianos participantes en el taller de consumo responsable que se desarrolló en el Jardín Botánico, dentro de los actos programados con motivo del Día Internacional del Medio Ambiente.
Por grupos, los niños participantes, de segundo y tercer ciclo de Primaria, se enfrentaron a distintas situaciones cotidianas, como organizar una fiesta, para la que tenían que preparar merienda y unas invitaciones; hacer una excursión a un parque natural, al que tenían que llevar desayuno y almuerzo, además de elementos para tomar notas; invitar a un grupo de amigos a cenar en casa, elaborando además una carta con el menú; pasar la Semana Santa en una casa rural o llevar provisiones a unos amigos que pasan las vacaciones en un camping.
Equipados con una cesta, los niños tuvieron que elegir los distintos elementos que necesitaban, seleccionando entre varios productos similares aquellos que consideraban menos agresivos para el medio ambiente. La mejor opción puntuaba cero, mientras las peores sumaban puntos al grupo, por lo que el ganador era el que menos puntos tenía al final.
Jugando, los escolares pudieron aprender que el vidrio es mejor que una lata, porque se recicla más fácilmente y además se puede reutilizar, pero que la lata es mejor que un tetrabrick, el envase que peor se recicla. Los envases de papel y cartón también son más ecológicos, aunque siempre es preferible comprar los productos sin envases de ningún tipo.
Además, los envases grandes son preferibles a los pequeños y los productos elaborados más cerca de la ciudad donde vive el consumidor contaminan menos, ya que hace falta menos combustible para su transporte. También hay que dar prioridad a los productos ecológicos y a los que no explotan a los trabajadores en su proceso de producción.
Desarrollado por La Vola, dentro del programa de educación ambiental El Arca Verde, el taller también se ofreció por la tarde abierto a todo el público.
