El recuerdo del profesor de Magisterio y vicerrector de Segovia, Santiago Hidalgo, fallecido el pasado mes de diciembre, se mantuvo vivo ayer durante la ceremonia de graduación de 72 titulados en el grado de Educación Primaria del campus María Zambrano. Tanto los padrinos de promoción, Maryan Martín del Pozo y Roberto Monjas, como los portavoces de los graduados, Carolina González Conde y Adrián Matesanz, dieron testimonio del legado de Santiago Hidalgo ante las cerca de 400 personas que compartieron la fiesta académica en el ágora del campus de la Universidad de Valladolid. Se hicieron presentes las enseñanzas del profesor de Matemáticas que si bien ocupó durante ocho años el despacho de vicerrector siempre sintió que su sitio estaba en el aula, donde él más disfrutaba.
“Santiago tenía toda la razón: educar no es producto de programaciones didácticas ni de leyes educativas. Educar es el resultado del contacto día a día con mis alumnos en el que yo les transmito lo que para mí es bueno, bello y verdadero” señaló Maryan Martín del Pozo dirigiéndose a sus ya “compañeros en la vocación docente”.
Los familiares de los estudiantes recibieron palabras de afecto y agradecimiento de parte de los profesores. “Sois conscientes —dijo Maryan Martín a los nuevos titulados— de que estos cuatro años en la universidad se deben también al sacrificio y compromiso de vuestros padres y madres. Y espero que sepáis corresponder y responder a tal labor”.
Los discursos de los profesores incluyeron deseos y recomendaciones para el nuevo camino de los maestros de Primaria. “¡Qué de verdad el aula, los alumnos sean una pasión! ¡Qué nunca os dé miedo, ni la rutina acabe con la ilusión!”, manifestó como anhelo la portavoz del profesorado que instó a los graduados a seguir formándose — “creced como personas y, sobre todo, creced como personas”—. Un último consejo para los jóvenes docentes: “Educar amando: amad a vuestros alumnos y educar entusiasmando. Entusiasmaros cada día con vuestra profesión”.
El testimonio de los hasta ahora alumnos quedó plasmado en las intervenciones de Carolina González Conde y Adrián Matesanz y en las imágenes recogidas en dos videos. Uno a modo de documental sobre el paso de los alumnos por el grado en el edificio de Magisterio y en el Campus María Zambrano, y otro con una perfomance, realizado por los alumnos de la mención de Educación Musical. La Tuna de Magisterio cerró la ceremonia con la interpretación del himno universitario por excelencia “Gaudeamus igitur”.