El exconsejero y diputado de ERC Toni Comín ha solicitado delegar su voto en el Parlament a partir del próximo pleno, que se celebra mañana, según explicaron ayer fuentes parlamentarias.
Comín era el único diputado del Parlament que vive en el extranjero (Bélgica) que todavía no había pedido la delegación de voto: el último en hacerlo fue Carles Puigdemont (JxCat).
La petición registrada por Comín delega su voto en Sergi Sabrià y alega que su situación le incapacita a “asistir a los plenos”.
El documento está firmado por Comín, lleva fecha del 9 de abril y no recoge desde dónde está firmado —la petición de delegación de Puigdemont estaba firmada en Barcelona y generó controversia—.
La petición de delegación es polémica ya que el exconsejero se fue a Bélgica a finales de octubre de 2017 para no comparecer ante el Tribunal Supremo.
Existe un auto del Tribunal Constitucional fechado el pasado 27 de enero que advierte de que “los miembros de la Cámara sobre los que pese una orden judicial de busca y captura e ingreso en prisión no podrán delegar el voto en otros parlamentarios”.
Defensa
ERC y Comín habían rechazado pedir la delegación hasta ahora, por lo que en los tres meses de legislatura el consejero no había votado en ningún pleno.
Ahora se animan a presentar esta delegación después de que Puigdemont ya votara de forma delegada en un pleno anterior y nadie lo haya impugnado ante la justicia.
Tanto ERC como JxCat defienden que tanto Comín como Puigdemont se han puesto a disposición judicial en los países en los que están ahora, Bélgica y Alemania respectivamente, por lo que defienden delegar el voto aunque en su día no comparecieran ante el Alto Tribunal.
Ahora la Mesa, órgano rector de la Cámara, tiene que decidir si acepta la delegación de voto de Comín, y tiene previsto reunirse este hoy a las 10.00 horas.
Otras fuentes parlamentarias consultadas explicaron que la delegación de voto no está en el orden del día de la reunión, pero recuerdan que hay tiempo para modificarlo y que finalmente se aborde.
Cabe destacar que los votos de Comín y Puigdemont son claves para desencallar la legislatura: si sus dos votos son válidos, JxCat y ERC suman 66 escaños, los suficientes para derrotar a los 65 que suman Cs, PSC, PP y comuns, y para poder investir a un presidente en segunda votación, en la cual tan solo sería necesaria una mayoría simple para sacarla adelante.
Sin embargo, si los votos de Comín y Puigdemont se impugnaran y no fueran considerados como válidos, a JxCat y ERC les sería imposible investir a un candidato en segunda vuelta si no convencen a la CUP para que sus cuatro abstenciones se conviertan finalmente en votos afirmativos.
