Pese a que todavía restan once jornadas para la conclusión de la competición dentro de la Liga Sacyr Asobal, el tiempo comienza a apremiar a los equipos que se encuentran en la zona baja de la clasificación, entre los que se encuentra un Viveros Herol Nava que sigue sin encontrar una línea de juego definida que le lleve a sumar los puntos necesarios para salir de los puestos de descenso, algo que sí parecen haber encontrado otros conjuntos inmersos en la pelea por la permanencia.
Por ello el encuentro que se disputará a partir de las ocho de la tarde en el pabellón Huerta del Rey de Valladolid tiene un doble atractivo. Más allá de presenciar un encuentro de rivalidad autonómica, el partido que medirá al Recoletas Atlético Valladolid y el Viveros Herol Nava tiene que ser el del despegue del conjunto de Zupo Equisoain, que entrena a pleno rendimiento, pero que juega a un nivel inferior.
Lo bueno y lo que hay que mejorar
La última derrota frente al FC Barcelona mostró algunas señales positivas para el técnico, y entre ellas se encuentra la recuperación de la portería, con un Patotski a buen nivel. Sobre esa base se puede empezar a reconstruir el equipo, que sobre todo necesita mejorar en el apartado ofensivo, puesto que el hecho de que la mayoría de los guardametas que se han medido al Balonmano Nava hayan tenido unos porcentajes de paradas que ronda, cuando no supera, el cuarenta por ciento hace pensar que no es tanto el buen hacer de los porteros (que también) como la falta de calidad en los lanzamientos.
Pero el equipo tiene gol, tal y como han demostrado los jugadores en campañas anteriores, así que el déficit se establece en la creación de esas jugadas ofensivas para que los lanzadores tengan el segundo suficiente como para armar el brazo y lanzar en buenas condiciones.
El Atlético Valladolid hizo las tareas en la primera vuelta, y es uno de esos conjuntos que, como valoró Zupo en su presentación, puede permitirse el lujo de ‘dejarse ir’ en algunos momentos de la temporada, con pocas opciones por arriba, y sin problemas por abajo. Pero no se debe en absoluto minusvalorar a la plantilla pucelana, que puede no tener la presencia física de la navera, pero sí cuenta con jugadores de mucha calidad en ataque, y un guardameta como César Pérez, toda una garantía bajo los palos.
