Se abrió el melón sucesorio. Miembros de la Ejecutiva del PSOE y barones de este partido dan por hecho que José Luis Rodríguez Zapatero no optará a la reelección en los próximos comicios generales, pero dudan del momento en que hará pública su decisión, y sobre si se inclinará por comunicarla antes de los comicios del 22 de mayo.
La mayoría de dirigentes socialistas consultados aseguran que todos los indicios les hacen concluir que el político leonés dejará paso a un nuevo candidato, y creen que la sorpresa sería que, finalmente, decidiera encabezar el cartel en 2012.
Así se expresó, incluso, un alto dirigente de la formación que, en público, ha insistido en que su jefe es el candidato y no piensa en otro que no sea él para las elecciones de dentro de un año.
Fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo reconocen que en Ferraz se ha instalado la sensación de que Zapatero va a entregar el testigo, y aunque rechazan hacer comentarios al respecto, aconsejan no dar todo por cerrado.
Si el dirigente progresista se decanta por comunicar su decisión antes del 22-M, todas las miradas apuntan al 2 de abril, fecha en la que se reunirá el Comité Federal del PSOE. Él siempre ha asegurado que el partido será el primero en conocer su futuro, y el máximo órgano del mismo se antoja como el canal más idóneo para ello.
Barones socialistas, como han comentado públicamente José María Barreda o Tomás Gómez, son partidarios de que se sepa ya qué va a hacer Zapatero, para que la campaña del 22-M se pueda centrar en la gestión en ayuntamientos y comunidades autónomas, y no se convierta ese día en un plebiscito sobre el actual presidente del Gobierno.
Otros dirigentes creen que va a ser «inevitable» que la campaña de las municipales y autonómicas se contamine, porque aunque el secretario general del PSOE diga que no se presenta, el consiguiente proceso que se abriría «va a ocuparlo todo». Pero sí se evitaría, reconocen, que, en un hipotético descalabro electoral el 22 de mayo, ciertos aspirantes apunten esa misma noche hacia Zapatero como motivo, y pareciese que tiene que ceder el testigo obligado por sus compañeros.
En lo que sí que hay coincidencia generalizada es en que Alfredo Pérez Rubalcaba aparece como la opción con más garantías, pero también en que le incomodaría vivir unas primarias para su designación. Y es que el vicepresidente primero cuenta con muchos apoyos entre la vieja guardia y entre los barones del PSOE, y la duda es si algún otro dirigente del partido, como Carme Chacón, se decidirá a dar el paso para competir por la herencia de Zapatero, y si contará con el respaldo suficiente para dar la batalla.
De hecho, la contienda ha comenzado entre los dos nombres que más suenan en las quinielas, lo que da veracidad a la información de que el político leonés se retira. Así, los afines a Rubalcaba denunciaron, en círculos de la familia socialista -que entre Sortu y la sucesión parece más desavenida que nunca-, que se están produciendo algunas «maniobras desleales» dentro del PSOE por parte de algunos partidarios de que la elegida sea la ministra de Defensa. De hecho, sostienen que, básicamente, desean que sea Zapatero quien se presente en 2012 y asuma la derrota inmolándose, para que después deje el campo abierto a las nuevas generaciones del bloque, donde se incluye a la de Esplugas de Llobregat.
La tesis que sostienen los leales al titular de Interior es que en el PSOE hay personas interesadas en meter ruido contra la posibilidad de que Rubalcaba pueda salvar los muebles el año que viene.
