Ashraf, situado a las afueras de Bagdad, alberga al núcleo de la autodenominada Resistencia u Organización de los Muyaidines del Pueblo de Irán (PMOI), repudiada por el actual régimen clerical iraní, y que fueron expulsados de la república islámica durante la guerra con Irak desde 1980 a 1988.
Tras la caída de Husein en 2003, el nuevo Gobierni iraquí ha mejorado sus relaciones y el PMOI ya no es bienvenido en Irak. Así, este sábado ha comenzado la operación de desplazamiento por la que unas 400 personas de las 3.000 que alberga el lugar han sido evacuadas sin incidentes, según el Ejército iraquí.
Este es el primer paso para expulsar a los refugiados del país. A pesar de los temores de los simpatizantes del PMOI a que puedan ser ejecutados si caen en manos de las autoridades iraníes, el enviado especial de Naciones Unidas, Martin Kobler, concibe que esta es «la única solución pacífica», porque «está claro que para ellos no hay futuro en Irak».
Los residentes están siendo enviados a un «lugar de tránsito» dispuesto en una de las principales bases estadounidenses en el país, Camp Liberty. Desde ahí serán trasladados al aeropuerto.
El ala política del PMOI, el Consejo Nacional de la Resistencia, asegura que ha permitido la evacuación inicial como gesto de buena voluntad, pero ha expresado sus quejas sobre la forma en la que se está realizando el procedimiento, que incluye registros exhaustivos a las pertenencias de los refugiados.