La Audiencia de Valladolid juzga desde hoy por tráfico de drogas a Salvador Romero Larralde (‘Negro’), otros cinco miembros del clan de los ‘Monchines’, entre ellos su mujer y tres hijos, así como tres presuntos ‘machacas’, que se exponen a un conjunto de penas que suman casi cuarenta y nueve años de prisión.
En su escrito de calificación provisional, el Ministerio Fiscal solicita las penas más elevadas, siete años de cárcel y multa de 20.400 euros, para el ‘Negro’, cabeza del clan familiar tras la muerte de su hermano Miguel (‘Monchín’), y el presunto ‘machaca’ A.P.V., mientras que para la esposa del primero, Ana María C.J. (‘La Negra’), tres hijos de ambos, Salvador, Aroa e Isabel, su sobrino José Enrique R.R. (‘Chirri’) y otros dos supuestos distribuidores, J.J.R.A. y J.V.A.LL., interesa condenas de cinco años y tres meses e idéntica multa, según informaron fuentes jurídicas.
Todos ellos, a los que se les acusa de un delito contra la salud pública, fueron detenidos el pasado día 21 de mayo en el marco de la ‘Operación Cholo’ en el barrio vallisoletano de Pajarrillos. La Policía considera que pretendían volver a crear una infraestructura para la introducción de heroína en la ciudad, para lo cual, supuestamente, operaban en la zona centro de Valladolid y en los barrios de Los Pajarillos y La Rondilla.
Las investigaciones, que se llevaron a cabo durante cinco meses, comenzaron ante las denuncias anónimas que comunicaban la participación de una persona, conocida como ‘El Negro’, en las actividades de venta de heroína y la utilización de terceras personas para su venta a toxicómanos.
Hurtos
Estas informaciones fueron coincidentes con un repunte en determinados delitos contra el patrimonio, como hurtos en zonas comerciales próximas a los puntos de venta o robos en interior de vehículos, cometidos por heroinómanos.
Establecido el dispositivo al efecto, los agentes pudieron comprobar los contactos que ‘El Negro’, Salvador R.L., y su mujer ‘La Negra’, Ana María C.J., así como sus hijos Salvador R.C. (‘Caín’), Aroa R.C. e Isabel R.C., junto con un sobrino, J.E.R.R. (‘El Chirri’), realizaban en su domicilio con personas que posteriormente acudían a otras zonas de la ciudad donde les esperaban consumidores habituales de heroína a los cuales suministran la sustancia a cambio de dinero. Posteriormente, estas personas acudían al chalé de los ‘Monchines’, ubicado en la calle Alta de Valladolid, donde entregaban la recaudación.
La casa era el punto donde realizaban las entregas de droga, para lo cual utilizaban vehículos que no figuraban a su nombre para ocultar la droga y el resto de integrantes del grupo familiar vigilaba durante las entregas a fin de que no se acercara nadie extraño ni apareciera ningún vehículo policial.
Este control de la zona era extremo. A tal efecto ‘Caín’ había comprado un piso en la calle Ruiseñor desde donde, a modo de atalaya, vigilaba durante largas horas cualquier vehículo o persona que se acercara. Era desde ese mismo lugar desde donde se hacían los transportes de sustancias estupefacientes que después entregaban a los distribuidores.
Operación
Así, el día 21 de mayo, en torno a las 10.00 horas y tras interceptar una entrega de unos 50 gramos de heroína a uno de los distribuidores, J.J.R.A., comenzaron las detenciones y los registros.
El dispositivo policial fue llevado a cabo por más de 50 agentes de Unidades de Policía Judicial, Seguridad Ciudadana, Policía Científica y Unidades de Intervención, que registraron cuatro domicilios y dos vehículos.
Como resultado de la intervención se incautaron de unos 65 gramos de heroína, speed, hachís, además de varias plantas de marihuana, Tranquimacines, dos vehículos, 400 euros en efectivo, numerosos instrumentos para la elaboración de papelinas, así como una gran cantidad de teléfonos móviles y documentación.
