Instituida la fiesta de El Henar y generación tras generación, han sido miles de personas las que cada año han ido a honrar a la que se considera la Reina de Castilla, Flor de Castilla, Morenita de Castilla, patrona de la Comunidad de Villa y Tierra y de los resineros. Su imagen fue coronada canónicamente hace 49 años y el año que viene se unirá ese 50 aniversario a este Año Jubilar Henarense. Por eso, el obispo destacó en su homilía todo el significado de este lugar como epicentro de un Año Jubilar cuyo nombramiento ha sido recibido con tanta gratitud.
César Franco habló de El Henar como “un lugar en el que los peregrinos han podido acoger la misericordia de Dios”, y eso es a lo que se invita este año. “Cristo es peregrino del cielo a la tierra, ha peregrinado por caminos polvorientos, diciendo que no tiene casa propia: es el Dios peregrino que ha querido juntar su suerte a nuestra suerte para acompañarnos en la vida y sentirnos amados”, explicó. “Cuando peregrinamos, vamos hacia una casa, en este caso el Santuario, que tiene una imagen de casa que no vemos, que es el cielo”, añadió. Por eso, el obispo invita a realizar ese camino de peregrinación que recuerda “a tantos emigrantes”, para volver a casa a reencontrarse con el señor y con la madre, la Virgen de El Henar. En la casa del Santuario, los sacramentos imperantes serán la conversión, la gracia y la misericordia. “Este año se nos da la oportunidad de volver y de recibir el perdón, para vivir con entrega a los hermanos”, recalcó el obispo.
Las sentidas palabras del obispo llegaron a un templo que, a pesar de las restricciones, llenó todo su aforo permitido, con la coral ocupando el coro y con los que quisieron escuchar esta misa inaugural desde las inmediaciones.
Comienza la invitación a que cientos de peregrinos, desde los más remotos lugares, acudan a la casa de la Virgen de El Henar, peregrina por excelencia, como especificó el obispo. Desde hoy y hasta septiembre de 2022, el Año Jubilar Henarense acoge a los fieles.
