El Colectivo Azálvaro de El Espinar, con la colaboración de cerca de 50 voluntarios ambientales entre jóvenes y mayores, realizó el pasado sábado una actividad intergeneracional gracias al módulo de senderismo de las Escuelas Deportivas de El Espinar, pudiendo celebrar el Día del Árbol mediante una plantación colectiva de árboles y arbustos autóctonos en el antiguo vertedero de residuos urbanos del municipio.
“Por una parte estamos ayudando a compensar la huella de CO2 que generamos en las salidas en coche por el proyecto ‘La conservación de la avifauna protegida en Segovia frente a los tendidos eléctricos’ financiado por CaixaBank y Fundación Caja Segovia y, por otra, estamos contribuyendo a la recuperación de un área degradada y por tanto de los ecosistemas que había hace muchos años, preservando y aumentando la biodiversidad”, explica Belén García, coordinadora del área de Ciencia Ciudadana de la ONG.
Los bosques son imprescindibles para la vida en el planeta pero además tienen muchas más funciones: sujetan el suelo con sus raíces en fuertes aguaceros, dan cobijo a infinidad de especies de fauna, nos suministran multitud de recursos entre ellos alimento, leña, madera para construcción, etc., limpian el aire que nosotros contaminamos contribuyendo a disminuir los gases efecto invernadero, nos dan sombra durante los duros meses de verano, para muchos son fuente de paz, relajación, descanso, etc . Pero la desertificación, los incendios forestales, la tala indiscriminada (para construir, cultivar, etc.) han reducido la masa forestal mundial de forma drástica, creando un grave problema.
Gracias a la donación del CEA Caserío de Henares y del Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales de Valsaín, los voluntarios pudieron plantar más de 100 unidades de distintas especies de árboles como la encina, quejigo y roble y arbustos como el majuelo, cambroño y la escoba siguiendo las directrices de plantación de varios de nuestros monitores ambientales para que la zona quede lo más renaturalizada posible.
Pero recuperar una zona degradada no sólo consiste en plantar si no que dicha planta necesita un mantenimiento y por ello, el Colectivo Azálvaro en su compromiso ambiental llevara a cabo la revisión periódica de la plantación, y su riego en meses de sequía, al menos durante los tres primeros años, hasta que la planta ya esté suficientemente fuerte para poder crecer sola.
“Los árboles plantados en esta celebración en homenaje al Día del Árbol pueden que no les llegue a dar sombra a los asistentes, pero saben que si todo va bien alguien los disfrutará. Hay una frase que dice “para ser una persona completa en esta vida se ha de plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”…. pues bien, los voluntarios ambientales han cumplido con una de ellas”, explican desde la ONG desde donde también garantizan que los árboles plantados no serán objeto de explotación y “promovemos la reforestación con especies autóctonas, para imitar lo más posible a la naturaleza autóctona y aseguramos su mantenimiento y riego”.
