La sede de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce acogió en la tarde de ayer la sesión inaugural de la trigésimo segunda edición del Curso de Historia de Segovia, dedicada a la villa de Coca. Remontándose a los orígenes históricos de la localidad, la primera conferencia estuvo a cargo de Juan Francisco Blanco García, profesor titular de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid.
El profesor Blanco García se trasladó al nacimiento de Coca como un poblado estable, en los últimos compases de la Edad del Bronce, en torno al año 750 o 780 a.d.C. “Previamente se habían producido ocupaciones episódicas, pero es en ese momento cuando se establece una población con miras de permanencia, un momento en el que, por otra parte, nacen casi todos los pueblos antiguos del Valle del Duero, como Cuéllar, La Mota en Medina, o la misma Valladolid”.
La ponencia avanzó temporalmente por la primera Edad del Hierro hasta llegar a la segunda Edad del Hierro, a finales del siglo III a.d.C., con Coca ya convertida en una de las grandes ciudades vacceas de la zona del Duero. Las excavaciones arqueológicas han permitido delimitar su extensión en unas 25 hectáreas y, aunque Juan Francisco Blanco insiste en que no es fácil establecer cálculos, la población podría estar en torno a las 6.000 o 7.000 personas, triplicando los cerca de 2.000 residentes actuales.
El profesor Blanco García explicó que las edificaciones eran de una sola planta, realizadas en barro y madera y con techumbre de ramas, la típica construcción vaccea, ya que la piedra no llegaría a la construcción hasta época romana. La superficie de las viviendas solía estar en torno a los 40 o 45 metros cuadrados, aunque algunas llegan hasta los cien metros. En cuanto a las calles, no hay documentadas vías de piedra, sino que se cree que eran de tierra, estrechas, y con callejones que en ocasiones no tenían más de un metro de ancho.
Entre las particularidades de esta Coca vaccea, Blanco García destaca que contaba con un sector artesanal “muy importante”, en el que descollaba por encima de otras disciplinas la cerámica, con una amplia variedad de estilos. “Se han encontrado restos de cerámica roja, cerámica gris…”, explicó el ponente, para añadir que, en este sentido, “solo se puede comparar con Numancia; en otros asentamientos, como Pintia, la variedad es mucho menor”.
El profesor de la Autónoma también comentó que, a pesar de tratarse de una ciudad muy rica, nunca llegaron a acuñar moneda, algo por otra parte habitual en los pueblos vacceos. Tampoco llegaron a conocer la escritura, aunque sí hay constancia de algunas marcas de alfarero en las piezas de cerámica encontradas. “La escritura llega a la zona casi ya con los romanos, llega ya casi en latín”, señaló Juan Francisco Blanco.
Cinco ponencias
La trigésimo segunda edición del Curso de Historia de Segovia de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, que arrancó ayer con la ponencia del profesor Blanco García, se extenderá hasta el próximo 27 de mayo, con un total de cinco conferencias, todas ellas dedicadas a la Historia de Coca.
El próximo viernes, 6 de mayo, Víctor Manuel Cabañero dictará la ponencia “SPQC. SENATVS POPVLVSQVE CAUCENSIVM”; mientras el viernes 13, José Luis Pascual hablará sobre “La sociedad mudéjar bejomedieval en el entorno caucense”. El viernes 20, Diego Sobrino dictará la conferencia “Manifestaciones artísticas en la Villa de Coca”; para concluir, el 27 de mayo, con “Historia contemporánea de Coca: de la Guerra de la Independencia a la Revolución del 68”, por Emilio de Diego García.
Las conferencias tendrán lugar en la sede de la Academia, a las ocho de la tarde.
