Durante toda la semana, en el colegio Claret, además de aprender, están disfrutando de sus fiestas, que como es habitual, se hacen coincidir, en su día grande, con la fecha en la que se conmemora el fallecimiento de su fundador, hace ya 148 años, en el monasterio cisterciense de Fontfroide, en Francia.
Los alumnos del centro claretiano inauguraron las jornadas festivas con el pregón, organizado por los alumnos de Primaria, dirigido a todos los miembros de la comunidad educativa.
Castillos hinchables, cuentacuentos, gimkanas, cine, magia, sala del terror, concursos de play-back, de repostería, de grafitis y de talentos son algunos de los principales contenidos de un programa que, además, se completa con sus tradicionales verbenas y con casi un centenar de encuentros deportivos, sin olvidar la ‘chocolatada’ y la comida compartida por cursos, que tuvieron lugar ayer.
Otro de los centros de interés se situó en el patio central del colegio, en el que se ubicaron las tradicionales casetas, en las que los alumnos mayores y los miembros de la AMPA (con su oferta gastronómica) ofrecían diversas opciones a los participantes.
Las últimas horas de estas fiestas de Claret 2018 se dedicaron ayer a la celebración de la eucaristía y al posterior encuentro de los antiguos alumnos del colegio que compartieron una merienda con los que fueron sus profesores y con otros compañeros, de las distintas promociones que han pasado por el centro a lo largo de sus 134 años de existencia, desde 1884, cuando se crearon las antiguas ‘escuelas’ bajo la denominación de Corazón de María, y que, en la actualidad, acoge en sus aulas a más de 1.600 alumnos.
