“Han desvelado sus cartas y es evidente que van contra mí sin ningún pudor y sin ningún escrúpulo”. La alcaldesa Clara Luquero resume así la indignación que afirma la han producido las declaraciones del portavoz del Partido Popular, Pablo Pérez, una vez celebrada la vista, el miércoles pasado en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Segovia, por presuntas irregularidades en la contratación de los servicios técnicos del centro de creación municipal La Cárcel.
Luquero, dolida con las declaraciones de Pérez y la repercusión mediática de las mismas, ha insistido en rueda de prensa en que el magistrado tiene que dirimir en su sentencia sobre un contrato de este año 2021 y no sobre la contratación de la Concejalía de Cultura desde 2011. Recuerda, además, que la actual Ley de Contratos entró en vigor en 2018 y que se optó por un contrato menor cuando luego se ha visto que lo que correspondía es un contrato de mayor cuantía a adjudicar por procedimiento abierto, como en la actualidad se está tramitando.
Pérez sostuvo el miércoles que en la vista celebrada en el juzgado se habían demostrado prácticas irregulares que vienen de la época en la que la alcaldesa era concejala de Cultura, “algo evidenciado incluso por el abogado del Ayuntamiento que en sus alusiones ha explicitado que estos hechos, este contrato denunciado con un hermano de la concejala Gina Aguiar, se venía celebrando desde 2011 hasta la actualidad. Eso evidencia primero que la responsable de esta estrategia de contratación para poder contratar con quien querían y no a la mejor oferta presentada viene de la época de Clara Luquero en la Concejalía”.
Sin embargo, la regidora segoviana mantiene que “independientemente de cómo se pronuncie el juez, y de que ese contrato esté bien o mal tramitado, lo que me parece inadmisible es que se extienda la sombra de la duda sobre la gestión de todo un área de gobierno y además en una década”. Tampoco admite “que el señor Pérez tenga la desvergüenza de poner en cuestión mi honestidad sin ninguna justificación ni fundamento. Parece que a este señor —por el portavoz del PP— cuando busca rédito político le vale todo, no tiene ningún tipo de escrúpulo”.
El suegro del portavoz
Luquero califica de “absolutamente absurdo” la acusación de que se ha creado una red clientelar, o de amiguismos, desde su etapa al frente de Cultura y replica al jefe del principal grupo de la oposición municipal que si esa red hubiera existido, en ella se encontraría el suegro de propio edil del PP, Pablo Cantalejo, “que entonces tenía una empresa de sonorización e iluminación de espectáculos que trabajaba frecuentemente con la Concejalía de Cultura. Los disparates que he escuchado no tienen nombre”.
La alcaldesa argumenta que desde el Ayuntamiento se han podido cometer errores —que en el caso de la contratación de la Concejalía de Cultura repite que se deben a criterios técnicos en los que no han intervenido ni la concejala Gina Aguiar ni ella misma— pero recalca que “siempre se ha actuado con limpieza”.
“Orgullosa” con los proyectos que desarrolló desde que asumió el área de Cultura en 2003, Luquero insiste en que puede haber “errores en la tramitación pero eso no significa que se pueda infravalorar, cuestionar o, de alguna manera, denigrar todo lo que se ha hecho en una década nada más y nada menos”.
“Todos sabemos cómo ha utilizado el PP el dinero público en beneficio propio”, acusa, por lo que añade que “pueden imaginarse la indignación de alguien que ha puesto su modesto saber y entender y toda la pasión y el trabajo al servicio de esta ciudad… y tener que escuchar esto de un señor que se pasa el tiempo en Madrid y pasa aquí lo justo para hacer declaraciones en los medios y siempre intenta decir barbaridades y disparates para que se note que está aquí ese día”.
Por otra parte, a la espera de que se pronuncie el magistrado, mantiene que no hubo mala fe ni trato de favor a su hermano por parte de Gina Aguiar “porque venía trabajando para el área de Cultura desde muchos años antes de que ella llegara a la Concejalía”.
