Al filo casi de las cuatro de la tarde se desveló en el pleno del Ayuntamiento de Segovia celebrado ayer viernes lo que en los últimos días parecía irremediable. La moción del PP reclamando la creación de una comisión de investigación sobre el Círculo de las Artes y la Tecnología (CAT) no prosperó porque las dos concejalas de Ciudadanos se abstuvieron y los ocho concejales populares solo consiguieron el respaldo de otros tres concejales de la oposición, los dos de Centrados en Segovia y el de IU.
Obviamente, los doce del Grupo Socialista en el gobierno municipal votaron en contra a pesar de que la portavoz del Partido Popular, Raquel Fernández, se avenía incluso a cambiar el nombre de comisión de investigación por comisión especial.
El caso es que en la oposición todos parecen estar de acuerdo en las bonanzas de investigar todo el proyecto del CAT y de la construcción del único edificio de los once proyectados, el CIDE —Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial—. Sin embargo, la portavoz de Cs, María José García Orejana, como ya había anunciado, vinculaba la creación de esta comisión a que el PP acepte en la Diputación formar otra para investigar la sociedad Segovia 21.
De nada sirvieron las críticas del resto de los grupos de la oposición, la concejala de la formación naranja se mantuvo en sus trece e incluso se dirigió personalmente al presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, que forma parte del Grupo Municipal Popular.
Es más, García Orejana reprochó a Vázquez su absoluta falta de iniciativa en el Ayuntamiento de Segovia antes de insistir en que Ciudadanos quiere clarificar “lo que se ha hecho con dinero público en ambas instituciones”.
Como ponente, Raquel Fernández empezó hablando de la abultada cantidad invertida en el CAT, ella calcula 25.616.000 euros, aunque reclamó más datos al concejal de Innovación, José Bayón, como las costas del juicio con el Ministerio de Industria por una subvención luego retirada o los honorarios de los abogados.
Para la portavoz de los populares hay muchos interrogantes sin responder sobre esta iniciativa en la que después de una década larga todavía no hay ni un solo edificio terminado en su totalidad. Justifica la necesidad de una comisión para conocer por ejemplo por qué se eligió un terreno que no era municipal para este megaproyecto, por qué se tardo tanto en licitar la obra del CIDE, lo que hizo que no se terminara a tiempo y se retirasen la subvención y el crédito estatales, o cómo se adjudicaron algunos contratos iniciales que a su juicio no están claros.
Bayón, por su parte, insistió en que ha informado por activa y por pasiva sobre todo lo que la oposición le ha pedido, dieciocho veces en el pleno, dijo, y ha habido cinco mesas sobre el CAT en el actual mandato corporativo. Echó la culpa a la crisis, y a la liquidación de la adjudicataria de las obras, Volconsa, de la pérdida de la subvención y defendió el futuro del CIDE en relación con la implantación de empresas de software o la tecnología 5G de Telefónica.
La alcaldesa, Clara Luquero, cerró el debate insistiendo en que la Mesa del CAT es suficiente para conocer toda la información y acusó al Partido Popular de querer que fracase el desarrollo económico de la ciudad, armando “follón” y creando “situaciones escabrosas” cuando “están llamando empresas a nuestra puerta”, según sostuvo.
