Como un bálsamo para el Gobierno resultó ayer el anuncio de CiU de que «facilitará» que la reforma laboral se apruebe en el Congreso el próximo día 22 de junio. De este modo, el decreto ley de reforma laboral que entró ayer en vigor tiene más posibilidades de salir adelante en la Cámara, pese a que los nacionalistas aún no han decidido si votarán a favor o se abstendrán.
El mismo día en que las Medidas Urgentes de Reforma del Mercado de Trabajo se publican en el BOE el presidente de CiU, Artur Mas, reveló que su partido respalda la admisión a trámite en el Congreso aunque puntualizó que la ve «manifiestamente mejorable» y que su voto final al texto dependerá de si se aceptan sus enmiendas. «En estos momentos, no podemos decir si daremos pleno apoyo» a la reforma, porque «aún tenemos que mirar y estudiar la letra pequeña», destacó. El partido nacionalista va a apurar hasta el próximo martes, el mismo día del debate parlamentario del decreto-ley de la reforma laboral, su decisión sobre el voto.
El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, había anunciado el lunes pasado que esta fuerza política limitaba su postura respecto a la convalidación al sí o al no. Pero ahora, una vez que el Ejecutivo anunció su voluntad de tramitar el decreto-ley como proyecto de ley, lo cual permitirá introducir enmiendas en su trámite parlamentario, la abstención vuelve a ser otra opción. Aunque se barajan las dos posibilidades de voto (el sí o la abstención), lo que parece claro es que el grupo catalán no votará en contra y el Gobierno asegurará una mayoría suficiente, salvando así de nuevo la vida al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Asimismo, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, aseguró que su formación decidirá «definitivamente» su voto durante la Ejecutiva nacionalista del lunes y admitió que la posición es igual de «equidistante» que hace dos días. Aunque este grupo parlamentario se siente más cercano a la nueva redacción del decreto ley que al borrador.
Confusión
El PP, según indicó su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, no ha decidido aún si votará en contra o si se abstendrá en la votación y dijo que el texto es confuso.
Los grupos que sí reiteraron su voto en contra fueron IU e ICV, quienes legitimaron «más que nunca» la huelga general del 29 de septiembre ante la «agresividad» del decreto y el recorte de derechos «sin precedentes».
La nueva normativa permitirá a las empresas con pérdidas despedir a sus trabajadores con 20 días de indemnización. La reforma generaliza el uso del contrato de fomento del empleo estable, cuya indemnización por despido improcedente es de 33 días, frente a los 45 de un fijo ordinario. También fija que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) pague ocho días de esas 33 ó 45 jornadas. Un aspecto nuevo es la modificación del contrato de obra y servicios, cuya indemnización por despido pasará de los ocho días actuales a 12 en 2015. Además, las empresas de Trabajo Temporal podrán operar en el sector de la Administración Pública.
Otra de las novedades de la norma es que los trabajadores con contratos por obra o servicio podrán adquirir la condición de fijos en la empresa si dicho contrato supera los tres años de duración, ampliable hasta cuatro si se acuerda en convenio colectivo.
