Las más de un centenar de personas que asistieron ayer al acto de entrega de los premios que desde 2005 viene convocando la Fundación Dionisio Duque tuvieron la oportunidad de ver cinco magníficos ejemplos de esfuerzo y trabajo a favor de la gastronomía y la hostelería cuya labor fue distinguida por los herederos de uno de los más importantes restauradores y hosteleros españoles de todos los tiempos.
El Teatro Juan Bravo fue el marco elegido por el patronato de la Fundación Dionisio Duque para entregar los premios en un acto presidido por la consejera de Cultura de la Junta de Castilla y León, María José Salgueiro, al que asistió una amplia representación de la sociedad segoviana.
El prólogo corrió a cargo de la presidenta de la Fundación, Marisa Duque, que recordó a los presentes que la filosofía de estos premios tiene como objetivo «reconocer a aquellos hosteleros que han influido en la vida de cada uno de nosotros, y que llevan impreso en su vida profesional el amor a esta profesión.
La empresaria Magdalena López, copropietaria de la empresa Chocolates Valor, recibió de manos de la consejera de Cultura el premio que le distingue como mujer más destacada en el mundo de la hostelería, y ante los presentes elogió la labor coordinada de la familia que desde hace más de un siglo ha hecho de la fabricación de este dulce una forma de vida, tras confesar su hereditaria adicción al chocolate.
Por su parte, Arturo Fernández, empresario propietario de uno de los grupos hosteleros más importantes de España, tras recibir el premio a la labor de toda una vida, hizo hincapié en la importancia de trabajar «paso a paso» y de forma constante para conseguir los logros empresariales, y destacó el papel preponderante de la hostelería española en el marco europeo.
El espíritu innovador que el patronato de la Fundación ha reconocido en el hostelero Benjamín Calles, propietario de los restaurantes «Nodo» y «Pan de lujo» dio paso al premio a la labor social relacionada con la Gastronomía, que recogió en nombre de la Real Academia Española de la Gastronomía Manuel Garrido, agradeciendo en su intervención el esfuerzo de los hosteleros españoles por «divulgar y difundir» las bondades de su cocina por todo el mundo.
La directora de la Escuela de Cocina de la revista «Telva», Sesé San Martín, recogió el premio a la Labor Social y Cultural, con el que se distingue el esfuerzo de esta institución vinculada a esta popular publicación femenina por enseñar más de un millón de recetas a las más de 10.000 personas que han pasado por sus aulas.
En su discurso de clausura, la consejera de Cultura destacó la labor realizada por la Fundación, en consonancia con el esfuerzo del Gobierno regional por poner en valor la gastronomía como uno de los principales activos del turismo en Castilla y León.