Los establecimientos hoteleros de Castilla y León anotaron 8,5 millones de pernoctaciones durante 2023, lo que supone un impulso del 7,5 por ciento con respecto a las registradas en 2022, cuando se situaron en los 7,9 millones, en un ejercicio que ya no contó con limitaciones COVID en este tipo de espacios. En el caso de los viajeros, se elevaron un 6,3 por ciento, hasta totalizar en la Comunidad cinco millones de personas que pasaron por alguna de las nueve provincias, 300.000 más que el año anterior, según los datos facilitados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En Castilla y León, donde la estancia media el pasado año fue de 1,69 días (frente a los 3,1 de España), la mitad de las pernoctaciones de 2023 se concentró entre los meses de mayo y septiembre, y fue agosto, con algo más de un millón, la que encabezó la lista. Asimismo, 3,8 millones viajeros, tres de cada cuatro, eran residentes en España, mientras que el resto, 1,2 millones, extranjeros. Mientras, el porcentaje de las pernoctaciones crece en relación con aquellos que viven en el país, el 78 por ciento (6,7 millones), frente al 22 por ciento (1,8 millones) de los que llegan desde fuera de nuestras fronteras.
Suben en todas las provincias
Por territorios, las pernoctaciones aumentaron en todas las provincias de la Comunidad, con datos encabezados por Ávila, Palencia y Soria, en términos porcentuales, con el 12,9, 12,8 y 12,5 por ciento, respectivamente, hasta las 637.532, 398.668 y 468.773 en cada caso.
En términos absolutos, Salamanca se sitúa a la cabeza, con 1,77 millones de noches (un 11,8 por ciento más), seguida de León y Burgos, con 1,3 millones en cada caso (5,4 y 4,5 por ciento más, respectivamente). En Segovia, la cifra creció un 8,7 por ciento (902.204 noches), mientras que cierran Valladolid, con un cinco por ciento más, aunque con 1,2 millones de pernoctaciones, y Zamora, con un 3,7 por ciento y 393.816 noches.
