La empresa concesionaria de la piscina cubierta José Carlos Casado anunció ayer a sus abonados el cierre de la instalación con fecha de hoy, miércoles, y “hasta nuevo aviso”. Los gestores de la instalación segoviana hablan de un acuerdo conjunto entre la entidad, Forus, y el Ayuntamiento de Segovia, propietario de la instalación. Lo usuarios de la piscina, que habían menguado con la aplicación del primer toque de queda a las 22:00 horas, y los nadadores de diferentes categorías que se ejercitan en su agua de forma habitual, tendrán que buscar un nuevo acomodo.
Pese a las restricciones impuestas por la Junta de Castilla y León debido al nivel 4 de alerta sanitaria, la piscina cubierta José Carlos Casado no estaba obligada a cerrar sus puertas. Junto al pabellón Emperador Teodosio, la piscina está catalogada como tal y no como centro deportivo, el caso del centro Carlos Melero de La Albuera, que sí se ve obligado a cerrar sus puertas. Desde 2019, solo funciona para nado libre y cursillos de natación. La norma regional obliga a una reducción de aforo que permitiría abrir a la instalación sin grandes aglomeraciones. El máximo permitido, reduciría el aforo de 200 a 66 personas. Ocurre que el toque de queda afecta de lleno a una de las horas más demandadas del centro, entre ocho y nueve de la noche.
Forus argumenta la decisión: “Una vez que la Junta de Castilla y León ha actualizado los datos sobre la situación y evolución de la pandemia, nos vemos obligados a cerrar tu centro deportivo”. La decisión supera a la gestión del propio centro en la provincia y viene desde las altas esferas del propio grupo. La normativa regional le permitía cerrar en cualquier momento si cree que es la mejor opción para sus intereses. Las restricciones autorizan su apertura pero también su cierre. El convenio firmado entre Forus y el Ayuntamiento queda sometido a las restricciones regionales, que dan al gestor de las instalaciones, bien sea una empresa o los propios ayuntamientos, la potestad de apertura, bien sea por servicio público o por rentabilidad económica.
Forus excluye los criterios económicos en el cierre: “Es una decisión tomada en base a la responsabilidad que tenemos como gestores, para combatir este virus que tanto nos está dañando a todos. Además, nuestro objetivo siempre va a ser anteponer la seguridad de nuestros socios y trabajadores por encima de otros intereses, de ahí que hayamos tomado esta decisión”.
La piscina siguió abierta en noviembre tras un acuerdo conjunto de las instalaciones de Castilla y León. Tras anunciar el cierre para el viernes 6, rectificó horas antes tras la reclamación de un grupo de nadadores, que subrayaba la posibilidad de mantener abierta la instalación al no ser un centro deportivo. Los ayuntamientos optaron de forma generalizada por no cerrar.
Los gestores de la piscina compensarán a los usuario los días cobrados del mes de enero que no podrán disfrutar. Aseguran que estos usuarios no deberán realizar ningún trámite para congelar su cuota durante el tiempo en que la instalación permanezca cerrada. También extenderán la caducidad del bono de baños desde el momento en que se comunique la fecha de reapertura. La piscina que sorteó el cierre en la segunda ola no ha podido escapar de la tercera.
