Las calles de Valladolid albergarán el sábado 12 de junio la IV Marcha Ciclonudista con el fin de reclamar una movilidad sostenible, lógica, racional y urbana, de la cual la ciudad “se aleja”, según la organización, “y da pasos hacia atrás en el grueso de las actuaciones”, según un comunicado.
En los cuatro años que se ha celebrado esta actividad de protesta, la organización reconoce que la movilidad ciclista y la ‘ciclabilidad’ “han mejorado”, si bien de una manera “prácticamente imperceptible” si se compara con la situación de las ciudades del resto de Europa. Por ello, con el lema ‘Desnudos ante el tráfico. Justicia en las calles’, animan a los ciudadanos a participar porque cada día que una persona sale a la calle con una bicicleta “pone un granito de arena en la evolución hacia la movilidad racional”.
En ese sentido, se oponen a la movilidad “ruidosa, contaminante, que ocupa y se apropia de ingentes cantidades de espacio y recursos que desplaza a los ciudadanos a reductos pseudo-seguros, como las aceras o calles peatonales, que expulsa a niños y ancianos de los espacios públicos, que sobrepasa sin pudor los límites lógicos de velocidad”.
Por ello, desde la asociación ciclonudista de Valladolid proponen un modelo de ciudad donde las personas recuperen su espacio, “se reduzcan las necesidades de desplazamiento y se apueste por el peatón y por los medios de transporte realmente eficaces y menos contaminantes y el coche sea el excluido». “Queremos pasearnos por Europa sin vergüenza, queremos sentirnos orgullosos de nuestra ciudad”, reza el comunicado.
Exigen, a su vez, que al igual que se han realizado esfuerzos para reducir los accidentes de tráfico y la mortalidad en las carreteras, también se generalice a las zonas urbanas, donde el “número de muertos no sólo no ha disminuido en estos años sino que ha aumentado, y es ya prácticamente igual a los fallecidos en carretera”.
Justifican su desnudo en la marcha porque así es como se sienten ante el tráfico “por la falta de respeto de los conductores y la desidia de los gobernantes”. De esa forma resaltan la “fragilidad” de las bicis y de los propios cuerpos y “porque desnudos se consigue, por una vez, que los conductores se fijen”.
