El Parlamento chipriota aprobó ayer por unanimidad la creación de un Fondo Nacional de Solidaridad y la ley para restringir las transacciones financieras, dos de los pilares del denominado plan B de medidas alternativas al plan inicial del Eurogrupo.
La votación se produjo sin debate previo y al cierre de esta edición se desconocía si se votará también la polémica tasa a los depósitos bancarios.
La Comisión Europea (CE) había pedido a Chipre que aprobase «inmediatamente» la ley enviada por el Gobierno de Nicosia al Parlamento para restringir el movimiento de capitales, así como la norma «genérica» sobre liquidación de bancos, por considerar que son «absolutamente esenciales» en la actual coyuntura.
Previamente, el Gobierno de Chipre aseguró que la quita a los depósitos bancarios está «sobre la mesa», y el portavoz del Gabinete, Christos Stylianides, instó a los representantes políticos del país a tomar «decisiones difíciles» que permitan evitar la quiebra.
Por su parte, el Ejecutivo comunitario está «examinando» las propuestas alternativas sobre el rescate presentadas por Chipre tras el rechazo de la tasa a los depositantes, pero todavía no ha concluido si son o no aceptables, según señaló el portavoz de Asuntos Económicos, Simon O’Connor.
El objetivo es «evitar todo movimiento de capital que debilite la estabilidad financiera de Chipre» una vez que reabran los bancos a partir del próximo martes. «Deseamos garantizar la estabilidad financiera y bancaria de Chipre. Estos elementos son sistémicos para la eurozona», ha explicado el Ejecutivo comunitario.
«No hay fechas límites precisas, pero está claro que hay un plazo anunciado por el Banco Central Europeo que condicionará nuestro trabajo», agregó. El BCE ha anunciado que cortará la liquidez a la banca chipriota el 25 de marzo si no hay acuerdo sobre el rescate
La libre circulación de capitales es una «libertad fundamental» reconocida por el Tratado de la UE.
No obstante, los Estados miembros están autorizados a imponer restricciones siempre que sean «proporcionadas» y respondan al «interés general», por ejemplo por motivos de «seguridad, estabilidad financiera u orden público», ha indicado la portavoz de Mercado Interior, Chantal Hughes.
Sin embargo, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se mostró convencido de que es posible encontrar una solución sobre el rescate de Chipre «si hay voluntad de todas las partes».
La CE todavía no ha recibido la «solución alternativa» elaborada por el Gobierno chipriota después de que su Parlamento rechazara la tasa a los depositantes. «Tendremos que examinarla y ver si es compatible con los compromisos asumidos por los países de la eurozona», explicó Barroso.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, expresó su deseo de que Chipre continúe formando parte de la zona euro, aunque subrayó que debe darse cuenta de que «su modelo de negocio está muerto».
Mientras tanto, el Ejecutivo chipriota alcanzó con Grecia un acuerdo para llevar a cabo la escisión de las filiales de sus bancos en el país heleno, que estaban excluidas del impuesto de los depósitos planteados por la troika.
Los ministros de Finanzas de la Eurozona habían excluido a las filiales griegas de los bancos de Chipre de la aplicación del impuesto.
