A falta de un cometido concreto en el Gobierno, el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, siempre en la cuerda floja, ejerció ayer como ministro de guardia durante estos días de asueto agosteño y, sin logro o iniciativa alguna que presentar, se limitó a admitir de mala gana que, en efecto, los resultados del último Barómetro del CIS solo pueden considerarse como un tremendo varapalo al PSOE. Por supuesto, tal capricho de la opinión pública no refleja sino un enojo ciudadano meramente pasajero, motivado por la impertinente crisis económica que, hasta que lleguen las próximas elecciones, el presidente Zapatero se encargará de «dar la vuelta», básicamente porque, según explicó Chaves, las reformas puestas en marcha por el Gobierno, tales como rebajar el sueldo a los funcionarios públicos y congelar las pensiones, empezarán a dar resultado el próximo año.
Por más que el número cuatro del Gabinete no pudiera siquiera disimular que el sondeo sobre intención de voto publicado el miércoles por el Centro de Investigaciones Sociológicas -que otorgaba una ventaja de 6,3 puntos al PP sobre el PSOE– «no es bueno» para el Ejecutivo, ni tampoco para el partido del puño y la rosa, lo cierto es que el socialista, sin duda contagiado por el legendario optimismo del inquilino de Moncloa, recalcó que, si bien es cierto que la ciudadanía considera que la gestión de Zapatero y sus ministros está siendo simplemente desastrosa, la alternativa del PP merece «escasa o nula» credibilidad a los españoles.
A modo de consuelo, el también ministro de Cooperación Territorial hizo hincapié en que el Barómetro pone de manifiesto una valoración «peor» del PP que del Ejecutivo, y también de su líder, Mariano Rajoy, quien, según el sondeo, sigue, con una puntuación de 3,14 sobre 10, por debajo incluso de José Luis Rodríguez Zapatero, que obtiene un 3,48.
Al margen de comparar el fracaso con la hecatombe, el presidente del PSOE se mostró convencido de que, ante semejante falta de oposición política, la pléyade de reformas y ajustes emprendidos por Zapatero empezarán «a dar resultado» el año próximo, lo que, sin duda, traerá aparejada «una recuperación en las encuestas».
Entretanto, Chaves puso su mejor empeño en recriminar al PP que se esté «aprovechando» de la crisis en lugar de «arrimar» el hombro.
En cuanto a las reformas estructurales que el Gobierno ha prometido adoptar para dar un nuevo rumbo al modelo productivo, el andaluz explicó que, aparte de varias veces aplazada subida de impuestos «para los ricos», a la vuelta del verano el PSOE abordará «la reforma de las pensiones».
Aunque no se atrevió a explicarlo, el socialista se refería a alargar la vida laboral y reducir la prestación de los jubilados.
