En el epicentro de la llamada tercera ola, desde el sindicato CESM lamentan la descoordinación de la que ha hecho gala el Gobierno central para abordar esta crisis sanitaria, así como la mala gestión de las diferentes autoridades sanitarias tanto en el ámbito nacional como en el autonómico. “Hemos echado en falta un ministro eficiente y un Gobierno fuerte, capaz de coordinar las políticas y esfuerzos para combatir este desastre” comentó Miguel Marina, presidente de CESM Segovia.
Llegamos a finales de enero con una llamada a la responsabilidad y una advertencia clara: “Todavía nos quedan diez o quince días duros, si atendemos a los indicadores”, recordó. La situación para los sanitarios no ha mejorado con respecto a la primera ola, ya que entonces “todos se volcaron sin horarios, ni limitaciones para combatir con ilusión una enfermedad que era insólita”, pero ahora, dijo Miguel Marina, se asciende esta nueva cima con una fatiga acumulada en un año durísimo que está castigando duramente al colectivo. “La profesionalidad de los facultativos está por encima de todo, a pesar del estrés y el cansancio”. Afortunadamente, recuerdan, la incidencia de la Covid entre los médicos está siendo muy inferior en la actualidad, debido a contar con más y mejores equipos de protección.
Marina cree que las derivaciones de pacientes a otros centros de la región han desahogado la situación en la provincia pero estos empiezan a estar también saturados y el Hospital de Segovia está actualmente al borde del colapso, como ocurrió en los primeros meses de pandemia.
A nivel interno, los servicios menos saturados prestan apoyo a los que reciben más carga asistencial en estas fechas, como Medicina Interna, Neumologia, UCI y Urgencias. El presidente del sindicato mayoritario en el ámbito sanitario aplaudió la labor de todos los facultativos y les lanzó un mensaje de optimismo para superar la afección.
El calendario de vacunación está sufriendo retrasos, al sumar a las complicaciones logísticas de la empresa fabricante, las reducciones de dosis recibidas y la disponibilidad de medios de las comunidades. “Todo repercute, si hay un déficit en la provisión de vacunas a nivel nacional, afecta al pueblo más pequeño de Segovia”, recordó Marina, por lo que insiste en solicitar a la población el mínimo contacto social.
“No hace falta que nos pongan una norma. Tenemos que concienciarnos de que el auto confinamiento es fundamental. Si evitamos conductas de riesgo, evitamos propagar la enfermedad”. Y realiza una llamada de atención especial a los jóvenes, porque “con conductas irresponsables pueden ser transmisores de la covid y poner en peligro la salud y la vida de sus padres y familiares”, insiste.
