Se intuía que no sería el final del partido y casi sin enterarnos, o sin querer hacerlo, nos mostraron el cartelito con la prolongación: 2 semanas más…y suena a que habrá prórroga y hasta penaltis. Lo que sea necesario para no prolongar más una ‘competición’ en la que algunos dirigentes ya se han pronunciado, suspendiendo sí o sí sus ligas y torneos y otros se empeñan en subordinarlo a la máxima prioridad para ellos: el deporte, perdón, el dinero.
Se nos hace casi imposible llegar a imaginar la trascendencia que un club de élite deje de ingresar cientos de millones de euros o la consecuencia de un ERTE que lleve a jugadores a dejar de ganar sueldos con más ceros que seguidores en sus redes sociales. No envidio el marrón que tendrán ellos, bastante tenemos con lo nuestro un buen número de mortales pasando a formar parte de la horda de desempleados más bestial que se recuerda, y eso sí que quita el sueño.
Frente a una situación que nos abruma parece increíble que pequeños gestos, sean capaces de cambiar y hasta voltear nuestro estado de ánimo: Poder contactar con nuestros jugadores para saber cómo están y enviarles entrenamientos o simplemente tareas con un componente más lúdico para sobrellevar la rutina diaria, la gran cantidad de clinics, ponencias, seminarios que han impulsado la formación on line para entrenadores , retos…
Al deseo de que todo esto pase pronto ojalá se sume que, aunque no haya sido algo buscado por nosotros, el poso que quede al final nos permita extraer una lección vital: que seamos mejores entrenadores, jugadores, directivos…pues bueno, siempre es positivo pero que sobre todo podamos ser mejores personas.
Y puestos a pedir, sabiendo de lo importante que pueden llegar a ser los pequeños gestos, estaría bien que nuestros dirigentes, desayunaran un poco de empatía antes de explicar con una sonrisa de oreja a oreja la situación del empleo en nuestro país o dejaran de adaptar las reglas del juego del confinamiento a sus intereses particulares. Lo de cobrar dietas y desplazamientos se lo dejamos a los intérpretes más avanzados del surrealismo para que intenten explicárnoslo (difícil lo tienen).
Un día menos…
