Como colgados de un invisible hilo. Así parecen los cernícalos. Batiendo sus alas con rapidez, aunque sin moverse del sitio, resultan inconfundibles en el cielo segoviano. Esa bucólica imagen, antaño común, es cada vez menos frecuente. Tanto el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) como el cernícalo primilla (Falco naumanni) están en declive. Al igual que ha ocurrido con otras especies, los cernícalos tienen hoy serias dificultades para encontrar lugares donde anidar. Antes, lo hacían bajo las tejas, en edificios derruidos o en la muralla. Pero, poco a poco, las oquedades potenciales han ido tapándose…
En cualquier caso, el problema no es de difícil solución. Únicamente se necesita voluntad. “Lo que se debe evitar es que el factor limitante sea la falta de sustrato de nidificación”, sostiene, utilizando la jerga propia de su profesión, el ambientalista Carlos Cuéllar. Dicho en román paladino, se requiere proporcionar a los cernícalos lugares donde anidar. A eso precisamente se dedica el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA). Y, en Segovia, ha contado con la “inestimable colaboración” de la Delegación de Patrimonio de la Diócesis, cuyos responsables, Miguel Ángel Barbado y Antonio Franco, facilitaron una intervención.
El pasado 2 de febrero, esta organización no gubernamental sin ánimo de lucro realizó una actuación en Segovia capital. Con el apoyo de dos naturalistas de la tierra, Francisco Javier Sáez Frayssinet y Javier Oria, se procedió a la instalación de diez nidales en los campanarios de dos iglesias. En la de San Sebastián se colocaron ocho nidales tipo tinaja. Y en la del Seminario, un nidal tipo tinaja y otro de madera.
En ambos edificios, los nidales se han situado en lugares de acceso restringido, donde los cernícalos primillas tendrán las mínimas molestias humanas y una protección contra las adversidades meteorológicas.
¿Por qué se han elegido esas dos iglesias?. “Es la zona de Segovia donde se aprecia mayor actividad de la especie”, explica Cuéllar, quien ha constatado que el cernícalo primilla ya anidaba en San Sebastián y “muy probablemente” también en el Seminario. Este ambientólogo advierte que, a diferencia del cernícalo vulgar, poco sociable, el cernícalo primilla suele criar en colonias densas. Por eso, cree posible que las parejas de esta última especie ya establecidas actúen de reclamo para otras nuevas, y máxime si se favorece su nidificación. “Espero —continúa diciendo Cuéllar— que esta actuación de GREFA permita crear una buena colonia de cernícalo primilla en el casco histórico de Segovia”.
Si se cumplen los pronósticos de este experto, en los próximos días alguno de los nidales instalados encontrará inquilino. El cernícalo primilla, especie migratoria, suele llegar a la Península Ibérica a finales de febrero. La puesta, eclosión de los huevos y cría de los pollos tiene lugar hasta julio. Y en agosto todos los ejemplares marchan a tierras africanas. “Algunas especies, como ésta, tienen tendencia a la filopatría, esto es, a volver al lugar donde nacieron, y en este caso de Segovia esperamos que los ejemplares que nazcan en 2015 y regresen el próximo año encuentren aquí las mejores condiciones para asentarse en una colonia”, declara Cuéllar. Para Segovia la presencia de estos pequeños halcones acarrea múltiples beneficios, ya que la especie se alimenta, principalmente, de grandes insectos y, de forma ocasional, de ratones de campo o crías de topillo campesino.
En cualquier caso, en los nidales no solamente pueden entrar cernícalos primilla. También están adaptados para que aniden pequeñas rapaces nocturnas, como el mochuelo (Athene noctua) o el autillo (Otus scops), especies que al igual que los cernícalos primilla han visto limitadas sus posibilidades de nidificación. “En Segovia —aclaran desde GREFA— mochuelos y autillos contribuyen al control biológico de insectos como las cucarachas”.
La instalación de diez nidales en Segovia se integra en el proyecto de GREFA “Corredores para pequeñas rapaces. Generando biodiversidad”, cuyos directores son Ernesto Álvarez y Fernando Garcés. Haciendo balance del trabajo de esta ONG, Cuéllar quiere advertir que esta actuación no es la única llevada a cabo en la provincia por GREFA. “En los últimos meses —resalta el ambientólogo segoviano— hemos colocado más de 170 nidales en la provincia para favorecer la cría del cernícalo primilla”.