Los Centros Especiales de Empleo (CEE) continúan consolidándose como uno de los pilares más sólidos de la economía social en Castilla y León. Estas entidades, que ofrecen a las personas con discapacidad una vía de inserción laboral y una oportunidad real de desarrollo profesional, contaron durante el último ejercicio con el respaldo decidido de la Junta, que reforzó su compromiso tanto financiero como social.
En 2024, un total de 6.686 personas con discapacidad desempeñaron su actividad profesional en los CEE de la Comunidad, una cifra que supone un crecimiento superior al 12 % desde el inicio de la legislatura. Este aumento ha ido acompañado de un notable refuerzo presupuestario: la inversión pública destinada por la Junta superó los 41,2 millones de euros, lo que representa un incremento del 34,58 % respecto a los niveles iniciales del periodo.
Este esfuerzo económico se articula a través de diversas líneas de ayuda que garantizan el funcionamiento y la sostenibilidad de los centros. Entre ellas destacan la financiación parcial de los costes salariales de las personas trabajadoras con discapacidad —con especial atención a las mayores de 55 años o con mayores dificultades de empleabilidad—, la cofinanciación del personal técnico de las Unidades de Apoyo, que acompaña y orienta a los empleados en su desempeño diario, y la financiación de inversiones generadoras de nuevos puestos de trabajo.
Gracias a estas medidas, durante 2024 se mantuvieron los empleos de 949 personas con especiales dificultades de inserción y se crearon 250 nuevos puestos en la Comunidad. Además, 2.050 trabajadores recibieron atención y acompañamiento profesional a través de las Unidades de Apoyo, una herramienta clave para mejorar la estabilidad y la calidad del empleo.
Durante este año 2025, la Consejería de Industria, Comercio y Empleo mantiene su apuesta por la inclusión laboral a través de 245 centros especiales de empleo y sus 338 centros de trabajo repartidos por toda Castilla y León. Para el nuevo ejercicio, se han convocado cuatro líneas de ayuda con un crédito inicial de casi 33 millones de euros, que actualmente ya se ha ampliado hasta los 42,3 millones.
Como subrayó la consejera, Leticia García, durante la presentación de estas cifras, “el apoyo a los CEE no solo refuerza la cohesión y la justicia social, sino que también genera riqueza y valor añadido para el conjunto de la sociedad”. Según los datos de impacto económico, cada euro invertido en los Centros Especiales de Empleo devuelve tres euros a la sociedad, un retorno tangible que confirma que estas entidades son organizaciones competitivas, innovadoras y esenciales para la economía regional.
En el caso concreto de Segovia, los resultados reflejan de forma clara el impacto de este modelo inclusivo. Según los últimos datos de la Junta, correspondientes al 30 de septiembre de este año, en los 11 CEE segovianos trabajaban 229 personas con discapacidad, de las cuales 43 afrontaban especiales dificultades de empleabilidad; 83 trabajadores contaron con apoyo técnico especializado y se han creado nueve nuevos empleos.
El dinamismo de estos centros no solo garantiza oportunidades laborales estables, sino que también genera un impacto social directo en el entorno rural segoviano, contribuyendo a fijar población y a reforzar la sostenibilidad económica de municipios pequeños. Su presencia ha permitido mantener actividad en sectores de baja densidad empresarial y demostrar que la inclusión puede ser también sinónimo de competitividad y excelencia.
Entre los ejemplos más representativos se encuentran el CEE Apadefim 2000, en La Lastrilla; Ilunion Lavanderías Industriales, en Hontoria; o Paladio Arte, en la capital segoviana.
Un ejemplo de integración
A ellos se suma el Centro Especial de Empleo de la Asociación Amanecer, una entidad con una larga trayectoria en el ámbito de la salud mental que combina la atención psicosocial con la inserción laboral de personas con discapacidad. Este centro, que comenzó a funcionar hace casi una década, en 2017, desarrolla su actividad en el sector de servicios y mantenimiento, ofreciendo oportunidades de empleo estable y apoyo profesional a sus trabajadores. Según comenta la gerente de la asociación, Patricia del Río, la creación de este centro fue una decisión bien meditada que responde a la necesidad de integración de las personas con problemas de salud mental: “Desde la Junta Directiva de la Asociación Amanecer Salud Mental de Segovia se estimó oportuno que, dado que éramos una asociación que trabaja con personas con discapacidad (en este caso por problemas de salud mental), un aspecto a abordar era el del empleo. Contamos con programas de empleo (orientación, preparación laboral, etc) desde hace años, con una media de 120 usuarios, y se creyó oportuno que el siguiente paso a realizar con nuestros usuarios era el de ofrecerles la oportunidad de gestionar para ellos un puesto de trabajo generando una empresa de empleo protegido (CEE). De este modo, se cerraba el círculo de intentar conseguir la plena inclusión de nuestros usuarios en la sociedad a la que pertenecen, dado que el empleo es una herramienta necesaria para todos nosotros en la consecución de ese fin”, explica.
La gerente comenta además la necesidad de favorecer la integración de las personas con problemas de salud mental, que suelen tener más dificultades a la hora de conseguir un empleo. “Nuestra experiencia en el trato con empresas (prospecciones empresariales que se realizan desde el servicio de empleo de la Asociación, además de otro tipo de contactos) nos demuestra que el estigma asociado a los problemas de salud mental sigue teniendo un peso importante a la hora de contratar personas con esta circunstancia”.
Así como en otro tipo de discapacidades (físicas, por ejemplo) no existe apenas problemática (siempre que el puesto pueda ser desarrollado por el trabajador o sea adaptado), el estigma asociado a lo mental suele ser determinante a la hora de contratar. “Por este motivo, cuando se realizan entrevistas con responsables del empresariado, una parte de la misma está orientada a deshacer el mito (negativo mayoritariamente) sobre la persona con un problema de salud mental, para luego hablar en concreto de la posible contratación y el perfil del candidato que se presenta. También es cierto, que, independientemente de lo expuesto anteriormente, a veces los candidatos no reúnen las condiciones necesarias por falta, por ejemplo, de formación adecuada. En este sentido hay que tener en cuenta que muchas de las personas que padecen un problema de salud mental, tuvieron sus primeras crisis a edades tempranas (etapa universitaria, por ejemplo), debiendo interrumpir sus estudios por este motivo y volviendo a incorporarse a un mercado laboral una vez equilibrada la situación, para el que ya no estaban preparados. Este asunto se solventa mediante acciones formativas adecuadas a los perfiles demandados, bien facilitadas o bien derivándolos a otras entidades de formación”
Cuestión de futuro
En la actualidad, el centro cuenta con dos trabajadores, que se dedican a labores de limpieza y cuidado de personas con discapacidad en el servicio de Viviendas Apoyadas de la asociación . “Son trabajadores/as con discapacidad que muestran iniciativa para prestar los servicios que le son encomendados y poseen la formación y destreza necesaria para ocupar el puesto de trabajo”, señala Del Río.
Asimismo, también ha apuntado la importancia de este tipo de iniciativas para conseguir la integración de las personas con discapacidad en la sociedad y en el mercado laboral, algo que poco a poco va consiguiéndose. “Desde el CEE se apuesta por la plena inclusión de estos trabajadores (personas con discapacidad) en la sociedad, y creemos que es posible. De hecho, existen personas con discapacidad totalmente insertadas en la sociedad de modo normalizado y de manera autónoma, como cualquier otra persona sin discapacidad”.
En todo momento, las personas trabajadoras del Centro Especial de Empleo cuentan con el apoyo de los trabajadores del servicio de empleo de Amanecer, “para aquellas tareas de difícil ejecución o desconocimiento de la misma, bien mediante apoyo en el puesto de trabajo, bien mediante acciones formativas”, explica la gerente.
Para el desarrollo del CEE de la Asociación, ha sido clave la colaboración de las instituciones, “fundamentalmente de la Junta de Castilla y León”. Las ayudas recibidas han servido “tanto para su puesta en marcha como para recibir las ayudas económicas necesarias para complementar los salarios de los trabajadores del Centro Especial de Empleo”.
Aunque actualmente el número de trabajadores activos en el CEE es reducido, desde la asociación se tiene intención de incrementar tanto las plazas como el ámbito de actuación, para que llegue a un mayor número de personas. “El CEE Amanecer pretende ampliar las actividades que realiza llevándolas a otros sectores y contratando nuevos trabajadores. Para ello, se mantienen reuniones con empresas (por ejemplo, de producción) para poder derivar parte de la misma al Centro Especial de Empleo, como ya se hiciera en su momento inicial, a través de la firma de convenios de colaboración”, destaca la gerente de Amanecer.
