Rafael Nadal disputará ante Gaël Monfils esta tarde (no antes de las 14.30 horas) la final número 100 de su carrera en torneos de categoría ATP tras haber eliminado a Andy Murray en semifinales del Masters 1.000 de Montecarlo, tercero del año y el primero en tierra batida, la superficie predilecta del balear.
Nadal derrotó a Murray en tres sets (2-6, 6-4, 6-2) y será centenario en finales, el segundo tenista en activo con más finales, sólo superado por Roger Federer.
El suizo ostenta 136 presencias en finales, seguidas por las 100 de Nadal y por las 89 del actual número 1 Novak Djokovic, el tercero en la lista. En la nómina histórica de finalistas, el récord lo posee el estadounidense Jimmy Connors con 163 finales en su haber.
De esas 99 finales jugadas por Nadal, el manacorí ha vencido en 67 de ellas y de esas 67, un total de 47 fueron títulos conseguidos en tierra batida, donde buscará añadir uno más esta tarde en la arcilla monegasca, escenario de grato recuerdo para el español.
A sus 29 años, Nadal conquistó ocho títulos seguidos en Montecarlo (2005-2012) hasta que su reinado se vio interrumpido por Djokovic. El de Belgrado le venció en la final de 2013 y tres campañas después el tenista mallorquín ha vuelto a la pelea por el título de uno de sus torneos favoritos.
Nadal, que arrolló en cuartos de final al suizo Stanislas Wawrinka (6-1, 6-4), comenzó el duelo concentrado y defendió incluso una bola de ‘break’ en contra en el segundo juego. Sin embargo, las dudas comenzaron a azotarle en el sexto juego, en el que en su segunda pelota de rotura el británico consiguió su primer quiebre del duelo, en su tercer intento.
Murray empezaba a poner bolas de esquina a esquina y muy pegadas a la línea ante las que el manacorí sufría en exceso. Así, en el octavo juego perdió la manga después de que el escocés confirmarse el ‘break’ y tras 50 minutos de juego. Lejos de desconectarse, Nadal inició la segunda manga con una rotura que rescató sus gritos de aliento, y a pesar de que en el siguiente juego Murray respondió con un ‘contrabreak’. La dinámica había cambiado y el balear ya no sufría con su saque.
En el séptimo juego, el ocho veces campeón en Montecarlo, en su segunda oportunidad, quebró el servicio del segundo favorito para encarrilar un set que se acabaría llevando en algo más de una hora.
Todo quedaría para el definitivo tercer parcial, que no pudo inaugurarse de mejor manera para el español. Una rotura inicial dio alas a Nadal, que no sufrió ningún intento de rotura y que en el quinto juego, con un nuevo ‘break’, se encaminó hacia la victoria. En el séptimo, el balear desaprovechó hasta cuatro bolas de partido, pero en la quinta, después incluso de dos posibilidades de rotura para Murray, se metió en la final.
Su último obstáculo hacia el noveno entorchado será el francés Gaël Monfils, verdugo en cuartos de final del barcelonés Marcel Granollers, que se impuso en la otra semifinal en un duelo fratricida a Jo-Wilfried Tsonga (6-1, 6-3).
