El sindicato CC.OO ha pedido a Instituciones Penitenciarias y a la Junta de Castilla y León que se realicen pruebas de coronavirus masivas para los trabajadores de la cárcel de Segovia, centro que ha presentado ya 15 casos positivos y otros 32 profesionales han sido puestos en cuarentena en casa.
Según ha denunciado el sindicato en un comunicado, “podría existir un brote epidémico” del virus en el Centro Penitenciario de Perogordo, en Segovia, que habría empezado por los trabajadores y podría acabar afectando a los reclusos, entre los cuales no se ha detectado ningún caso positivo hasta el momento.
Debido a la falta de test, que según el sindicato está restringido solo al personal que presenta síntomas de infección respiratoria aguda o neumonía, la mitad de la plantilla que ha estado en cuarentena se ha reincorporado a trabajar sin hacerse una prueba que confirme el resultado negativo.
El personal penitenciario de Castilla y León es, a juicio de CCOO, uno de los más castigados por la pandemia del coronavirus, con 18 trabajadores contagiados en la cárcel de Ávila, 15 en Segovia y 10 en Soria, donde el pasado 21 de abril murió a los 59 años el tercer funcionario de prisiones que fallece por coronavirus en el país.
Por ello, el sindicato ha puesto de manifiesto su temor a que “las prisiones se conviertan en reservorios de la Covid-19 y que pueda repetirse la dramática situación de las residencias de ancianos”, al tratarse de espacios con plantillas envejecidas y patologías base.
Además, los internos tienen alto riesgo de sufrir graves consecuencias en el caso de ser contagiados, al padecer en muchos casos inmunodepresión adquirida y enfermedades graves como el VIH, hepatitis o cáncer, según reza el comunicado.
Para una detección “precoz” del virus, CCOO ha trasmitido a las autoridades la necesidad de realizar test rápidos, que antecedan a la futura reapertura de los centros penitenciarios al exterior y al restablecimiento de las comunicaciones familiares o los permisos de salida.
