La creación de puestos de trabajo, la mejora del empleo como consecuencia de la reforma laboral y el alza del SMI elevaron las cotizaciones sociales en la Comunidad, a un ritmo de dos dígitos en 2022, un 12,7 por ciento en concreto, pero ese esfuerzo apenas contribuyó a rebajar el déficit del sistema de pensiones en Castilla y León un 5,3 por ciento (220 millones menos), hasta los 3.848,8 millones. Una cifra que en la serie histórica solo se superó en los dos ejercicios anteriores, 2021 (4.066 millones) y 2020 (4.114).
Los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones indican que los ingresos por cotizaciones ascendieron en la Comunidad el año pasado a 4.961,74 millones de euros, frente a los 4.402,69 del año anterior. Sin embargo, los gastos en pensiones se situaron en 8.810,6 millones, un cuatro por ciento más que en 2021, cuando se situaron en 8.469.
El saldo entre ingresos y gastos del sistema fue negativo así en 3.848,8 millones de euros, 217,4 millones menos de déficit en un año que se cerró en la Comunidad con 619.083 pensionistas (1 de enero de 2023), lo que supone que el colectivo siguió creciendo, e incorporó a 1.945 nuevos perceptores.
Un déficit incontenible pese al alza de las cotizaciones de los trabajadores y empresarios, que seguirán subiendo, según la planificación de la nueva reforma del sistema, aunque habrá que ver si asumen el mayor número de jubilados por el ‘baby boom’ y la revalorización de las prestaciones, que pasaron de una media de 1.077,18 euros en enero de 2022, a los 1.185,92 euros a comienzos de este año, es decir, un 10,1 por ciento de aumento. Lo cierto es que los cerca de 930.000 cotizantes a la Seguridad Social, a día de hoy, deberían aportar unos 4.100 euros más al año al sistema sólo para que entrase el equilibrio entre ingresos y gastos.
Provincias
Un análisis territorial pone de relieve que el aumento en los ingresos por cotizaciones sociales fue generalizado en todas las provincias de la Comunidad a un ritmo de dos dígitos, excepto en Palencia, donde subieron un 9,9 por ciento, con 339,33 millones de euros.
El mayor crecimiento relativo de estos ingresos se registró en la provincia de Zamora, un 14,1 por ciento, con 284,25 millones de euros; seguida por Valladolid, donde aumentaron un 13,4 por ciento, hasta los 1.219,4 millones; Burgos, con un avance del 13,2 por ciento y 862,33; Soria, con un incremento del 13,1 por ciento y 212,57; y Ávila, un 13 por ciento y 263 millones.
Por lo que se refiere a la provincia de Segovia, el alza en las cotizaciones sociales fue del 12,7 por ciento, hasta los 307,55 millones; mientras que en la provincia de Salamanca, los ingresos del sistema se elevaron un 12,5 por ciento, con 613,72 millones.
Del otro lado, los gastos en pensiones en 2022, siguieron aumentando en todas las provincias, con más intensidad en Segovia, un 5,5 por ciento, hasta los 462,5 millones de euros. El desembolso en estas prestaciones subió en Soria (305,77 millones de euros), un 4,6 por ciento; en Burgos (1.428 millones), un 4,4 por ciento; en Palencia (627,9), un 4,3 por ciento; y en Salamanca (1.051,99) y Valladolid (1.906,4), un 4,1 por ciento en ambos casos. Además, subió el gasto en pensiones un 3,7 por ciento en la provincia de Zamora, donde superó los 548; se incrementó un 3,5 por ciento en Ávila, con 465,76 millones de euros; y creció un 3,4 por ciento en León, hasta los 2.014,16 millones de euros.
Con estos datos, el mayor déficit que se genera dentro de la Comunidad, en el sistema español de pensiones, procede de León, con 1.154,74 millones en 2022; seguida esta provincia por Valladolid, 686,99; y Burgos, 565,67.
Asimismo, el déficit que generó Salamanca el año pasado ascendió a 438,22 millones de euros; el de Palencia, a 288,57 millones; y el de Zamora, a 263,82. Por último, la provincia de Ávila, generó un déficit de 202,68 millones; la de Segovia, d e154,94; y la de Soria, de 93,19.
