El consumo de carburante de transporte en Castilla y León siguió creciendo en este año 2023 a pesar de la eliminación de la bonificación de 20 céntimos por litro a los particulares (se mantienen diez céntimos por litro para los profesionales) y los elevados precios, aunque sin llegar a los niveles del año prepandemia, 2019.
En concreto, y según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), durante los diez primeros meses del año, los castellanos y leoneses repostaron 1.662.986 toneladas de carburantes, lo que supone un crecimiento del 1,9% respecto a las 1.632.334 del año anterior en el mismo periodo de tiempo. Sin embargo, el dato es un 4,4% inferior al de 2019, cuando se había repostado hasta octubre 1.739.693 toneladas.
El consumo que más creció hasta octubre dentro la Comunidad en relación al año pasado, fue el de la gasolina 98, con un 7%, hasta las 12.910 toneladas, seguida por la 95, con un avance del 6,4%, hasta las 259.179. El repostaje de gasóleo A, alcanzó las 1.390.897 toneladas, con un crecimiento del 1% en comparación a 2022.
Por su parte, la comparativa con 2019, ofrece resultados dispares, ya que en 2023, hasta el décimo mes del año, el consumo de gasolina 95, creció un 12,6%, respecto al mismo periodo prepandemia, mientras que se contrajo el de gasolina 98 un 21,4%, y el de gasóleo A, un 6,8.
POR PROVINCIAS
El comportamiento entre enero y octubre del consumo de carburantes para transporte por provincias fue bastante dispar, con subidas en cinco de ellas y bajadas en las otras cuatro. En concreto, donde más aumentó el repostaje fue en Palencia (136.078 toneladas), con un 20,1%, seguida de Burgos (272.286), con un 7,8, Valladolid (290.837), con un 4,7, Ávila (88.439), con un 1,5, y Zamora (173.007), con un 1,1. Por el contrario, la provincia en la que más se redujo el consumo de carburante fue León (294.896), con un 5,3%;. Por detrás de ella, están Salamanca (235.043), con un 3,3%; Segovia (101.931), con un 2,9; y Soria (70.467), con un 0,9.
