Los principales institutos de predicción económica, BBVA, Hispalink, Funcas y Unicaja Banco. estiman que Castilla y León mantendrá su dinamismo el próximo año y su economía crecerá entre un 1,6 y un 2,2 por ciento. Las estimaciones de cierre para este ejercicio se establecen en una horquilla entre el uno y el 2,7 por ciento; mientras que para 2025, sólo Hispalink hace un pronóstico y vaticina que proseguirá el avance a un ritmo del 2,2 por ciento.
Los economistas advierten del elevado grado de incertidumbre que existe en las perspectivas, en un contexto internacional marcado por las tensiones de los conflictos armados en Ucrania y Gaza, con la amenaza al comercio en el mar Rojo, y su previsible impacto en otro alza de precios. Llueve sobre mojado.
El presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora (ECOVA), Juan Carlos de Margarida, advirtió que “no están las cosas para lanzar cohetes” y afirmó que “en estos momentos es impredecible” cómo va a evolucionar la economía el año que viene. De Margarida apuntó a que todo indica que se producirá una desaceleración pero “el grado de incertidumbre es enorme” en un escenario geopolítico que “se puede complicar”.
Este experto puso de relieve el “problema muy serio” que suponen los ataques de los hutíes de Yemen en el mar Rojo, porque provocan que las grandes navieras no puedan atravesarlo y tengan que llegar a Europa bordeando África, por el Cabo de Buena Esperanza, lo que les encarece los fletes un “40-50 por ciento”, y tendrá su reflejo en petróleo, gas, grano y bienes de equipo de todo tipo.
“Va a haber un coste bastante considerable con una subida de precios”, dijo, para explicar que las empresas de servicios ya están encareciendo sus ventas y las industrias, minorando sus márgenes y deberán elevar sus precios, con lo que “viene un problema, porque puede que no hayamos tocado techo en la inflación” y condicionará futuras decisiones del Banco Central Europeo.
Aclaró además que otras variables “no favorecen en nada” a la ralentización de la economía, ya que los fondos Next Generation “no llegan a donde deben, a las pymes, que son las que generan actividad, y están en lo público”. Asimismo, puso de relieve que el consumo se está frenando y el gasto público es desproporcionado, “sin eficiencia ni eficacia”, para exigir un plan de reducción, porque cuando bajen los ingresos, se puede generar un problema enorme si hay que acudir a la deuda, ya ingente.
El Equipo de Coyuntura Económica de la Universidad de Burgos integrado por Manuel Morquillas Hortigüela y José María Calzada Arroyo también advirtió de que hay que tomar las previsiones de crecimiento con “prudencia” especialmente en un momento de “máxima incertidumbre caracterizado por el solapamiento en el tiempo de los efectos de la invasión rusa de Ucrania, y la tensión geopolítica en Oriente Medio”.
El catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de León, José Luis Placer, detalló que la Comunidad cerrará 2023 con “una mejor evolución que el promedio nacional” y una tasa anual de crecimiento del PIB previsiblemente del 2,7 por ciento (2,4 por ciento para España) y, aunque en 2024 “sufrirá una desaceleración”, la cifra también se situará por encima de la nacional con un dos por ciento (1,6 por ciento nacional). En la evolución de la Comunidad Autónoma durante el presente año, el catedrático resaltó el papel desempeñado por el sector exterior.
