Lejos de rendirse, Íker Casillas reactivó la insólita pelea que mantiene con Diego López por el arco del Real Madrid y solo el tiempo dirá quién ganó y si su equipo salió beneficiado de la pugna. Casillas regresó el pasado miércoles a la titularidad en el Santiago Bernabéu después de casi nueve meses sin hacerlo en un encuentro oficial. Y acabó escuchando un cántico que parecía olvidado: «¡Iker, Iker!».
El conjunto blanco obtuvo un sencillo triunfo 4-0 ante el débil Copenhague, pero aun así el cancerbero internacional quiso dejar su sello. Lo guardó para el final, con tres intervenciones encadenadas con las que el titular del combinado español reivindicó su categoría. Además, se convirtió en el futbolista del Real Madrid con más victorias (73) en la Liga de Campeones, superando a Raúl.
«El retorno del santo», tituló ayer Marca, que añadió: «Casualidades del fútbol o no, volvió Íker y el Madrid volvió a no recibir un gol. Solo había pasado una vez en toda la temporada y no sucedía en el Bernabéu desde hacía 11 partidos». Y As recordó: «Con el tiempo cumplido, salió ganador de un mano a mano contra un avieso delantero rival. Después evitó el gol enemigo con un manotazo a la altura de la escuadra. Acto seguido, imantó un balón a bocajarro».
Su técnico, Carlo Ancelotti, confirmó hace unas semanas que Casillas sería su arquero para la Champions, dejando a Diego López para la Liga española. Una decisión insólita en el fútbol de elite: dos porteros diferentes defendiendo la titularidad en las dos principales competiciones de clubes.
En el Barcelona, Josep Guardiola también alternó guardametas, aunque lo de Ancelotti es diferente, pues tiene dos arqueros para las dos competiciones más trascendentes. Y lo cierto es que ninguno parece dispuesto a dar un paso al costado. Ahora está por ver si alguno de los dos arqueros afloja y si Ancelotti lleva su idea de la alternancia hasta el final. Por lo pronto, Casillas defendió la extraña apuesta de su entrenador: «Me parece fenomenal».
Y también abogó por una competencia sana: «Diego ha estado genial. Hay que apretar los dientes y si el míster te da la oportunidad, aprovecharla».
