Cerca de un millar de segovianos se concentraron anoche en la Avenida Fernández Ladreda, frente a la sede de Caja Segovia, para mostrar su indignación y enfado por la gestión llevada a cabo en la entidad de ahorro.
La manifestación, surgida a través de la red social Facebook, congregó a numerosos segovianos. Y aunque este tipo de difusiones suele calar de forma muy permeable entre personas de edades jóvenes, la respuesta de ayer tuvo una importante respuesta entre ciudadanos adultos.
Desde minutos antes de las 20:00 horas y a pesar del acusado descenso de temperaturas que comenzó a producirse desde la tarde, se fueron congregando numerosos segovianos en la calle. Con pegatinas y carteles exteriores, los manifestantes exteriorizaron su malestar por lo que se ha conocido en estos meses. ‘Devolved la pasta, chorizos’, ‘Que lo devuelvan’, ‘Atilano, devuelve Quitapesares’… eran algunas de las consignas que podían leerse en las solapas, carteles y espaldas de algunos de los presentes. Otros portaron pancartas con frases como ‘No debemos, no pagamos’, o ‘Stop a los desahucios’ y otras consignas de personas del movimiento 15-M.
En todo caso, en la congregación no se ondearon banderas ni eslóganes políticos directos, como habían temido los organizadores.
También hubo quien concurrió con carteles colgados de los hombros, y con caretas con el retrato del alcalde de la ciudad, Pedro Arahuetes, quien finalmente no participó en la concentración a pesar de que había anunciado su asistencia, al igual que otros políticos segovianos.
Se sumaron, siempre a título particular, personas conocidas del mundo de la cultura, representantes de asociaciones vecinales y, sobre todo, clientes de Caja Segovia.
Pasados unos minutos, el periodista Fernando Aranguren leyó el manifiesto que había preparado la mujer de quien partió la idea de convocar la concentración y que se mostró satisfecha de la respuesta de los segovianos.
Según dijo, la reunión respondía al “dolor y rabia por la desaparición de Caja Segovia, uno de los pilares de la sociedad segoviana en la vertiente económica, social y cultural”. Agradecieron la asistencia de todos, incluidos los políticos, aunque les pidieron que no busquen provechos y réditos.
En sus referencia a los dirigentes de la entidad les conminaron a señalar a los culpables “aunque sean sus correligionarios políticos”, a que den explicaciones y a que devuelvan las “indemnizaciones multimillonarias percibidas por quienes han conducido este desastre”. Pero su mayor demanda fue la deshipoteca del Torreón y el resto de inmuebles “para que sigan siendo de los segovianos”.
Se solidarizaron con los desahuciados o con quienes corren ese riesgo, así como con los engañados por las participaciones preferentes. Y acabaron advirtiendo de que los segovianos saldrán “a la calle cuantas veces sean necesarias hasta que se restituya la dignidad de la Caja”.
Tras casi media hora de permanencia en el lugar, la concentración se disolvió de forma pacífica y sin incidente alguno.
